No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

lunes, 1 de junio de 2009

CALLEJONES

Callejón, de servidumbre de paso entre dos casas en el Paseo y playa de Levante, sí entras o sales, siempre te lleva la mar.
Pasillo largo y estrecho para desahogo y ventilación de las habitaciones interiores de la casa. Lo cruzan aquellos qué lo conocen bien.
Callejón o calleja con interés comercial, usos y costumbres vecinales de cocinas, hornos y bares; vecinas, pescadores, panederos, escritores y algún pintor.

Callejón, calleja, callejuela, bocacalle, pasillo, generalmente llevan el apellido de quién allí vive o vivió. A veces son más conocidos que la calle principal que lo atraviesa.

3 comentarios:

  1. Me enamoran los callejones, porque son evocadores. Hoy en día no hay callejones tan estrechos como esos. En Mazarrón los hay que apenas puede pasar una persona casi de lado. Son curiosísimos. Y si desembocan en el mar, son mágicos. Se sale de la penumbra al estallido de luz de la playa.
    Siempre me encantan los reportajes que nos traes, puede ser porque coincido en gustos contigo o porque siento igual cariño por el mar y los paisajes de nuestra tierra.

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  2. La silenciosa batalla de mis padres cuando salían juntos era que a mi madre le gustan las grandes avenidas y a mi padre le gustaban los callejones. Terminaban siempre hablando de por dónde irse a donde fueran. La misma pequeña batalla llevo yo con mi marido. Yo, por los callejones, que son mi gusto y mi placer. No termino de verme por las calles grandes. Y la de cosas que se descubren por las callujas, callejas y callejones.

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  3. Me encantan los callejones. Y esos que llevan directamente al mar son encantadores.

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