No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

miércoles, 6 de enero de 2010

PASEOS, PASILLOS Y PASEILLOS

Playa de Las amoladeras
Me gusta jugar con las fotos e inventar historietas.
Esta vez os dejo la primera frase a ver qué se os ocurre:
" Era un día del mes de noviembre..."

9 comentarios:

  1. ... y el dinosaurio de Monterroso todavía estaba allí.

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  2. Estaba triste y aburrido pues nadie se asustaba de él, todos los niños tenian animales prehistóricos en sus cajas de juegos y lo veian como otro más...
    Así que esperaba una oportunidad para ser el centro de atención.
    Intentó lanzar al aire una bocanada de fuego y....

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  3. salieron de él pájaros de diversos colores que revoloteando sobre los niños...

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  4. ¡¡¡Qué paz!!! Así me imagino yo el Paraíso terrenal.

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  5. ¡Ay maricarmen! ¡que presento en el Gaya el día 20! ¡no puedes faltar, y llévate gente que conozcas!
    Hay que avisar a Álvaro y a antonio y a Paco Illán.
    ¿Hay más gente de Murcia?

    ¡¡¡SOCORRO!!!

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  6. Ya ves, yo no tengo rapidez de inventiva cuando veo fotos o imágenes, más bien me quedo perpleja mirando esas fotos tan bien hechas, tan minimalistas. Un encentro en la inmensidad dorada de la playa, un día luminoso y frío... Más bien divago y me parece que yo misma me paseo por ahí.

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  7. Bonita composición...
    Era un día del mes de noviembre. La playa solitaria, me esperaba. Me lo decían las olas, que escuchaba desde lejos. Por fin, llegué a la orilla, y me senté desafiando la subida del agua. Hacía frío, y la brisa le proporcionaba placer a mi rostro que se calentaba al sol como si estuviéramos en verano. Me remangué las mangas..., y con los brazos cruzados bajo la nuca, me tumbé en la arena mirando el cielo. Ni una nube rozaba el azul. Ni una sombra rozaba la felicidad de aquel momento. Pasaba el tiempo... Se hacía mediodía, y el calor se empezaba a intensificar. Me quité el jersey, y me quedé en mangas de camisa, cada vez, me remanagaba más el alma..., me quité los zapatos, y sin pensarlo seguí quitándome la ropa hasta quedar desnuda frente a ese mar inmenso que me llamaba. Fui despacio metiéndome en el agua. No era frío, ni prudencia, sólo el impedimento, de no poder correr. Recordé a Alfonsina Storni, fue inevitable, pero pronto ese recuerdo se esfumó por la fría sensación del agua que le daba calor y sentido a mi vida. Ningún mar en noviembre había sido tan bello como este. Gracias.
    Un abrazo mojado y salado.

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  8. Me apunto a la presentación de Rosa Cáceres. ¿Te parece? Si no pasa nada, nos vemos unos días antes. Te buscaréééé
    Besos

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  9. Ésto me recuerda a aquello de :

    "Era de noche y sin embargbo llovía".

    Lo que se me ocurre decir es que la playa luce maravillosa, sin apreturas ese mes de noviembre.

    Besos.

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