No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

miércoles, 5 de mayo de 2010

´T-R-A-N-V-Í-A

A través del cristal empañado por la respiración agitada del que mira sin cortinas ni visillos, se puede observar como deambulan las ideas sobre los paraguas, las palabras sobre las aceras. Desde el mirador del quinto izquierda, una mujer descuelga los brazos esperando el saludo desde el tranvía que recorre las palmeras. Bajo la marquesina, de espaldas al sol, hay una maleta que espera ser recogida, está llena de caricias abandonadas a su suerte. Llega hasta allí una pelirroja de pelo ensortijado que desprende una enorme aura de despiste. Cuando toma el transporte tirado por la catenaria, siente un rubor inapreciable por su tono de piel y un suave cosquilleo le recorre todo el cuerpo. Cuando llega a su parada, con los brazos abiertos se abraza a ese chico regordete que la espera. La maleta se queda sobre el banco de la estación; ellos, se van cogidos de la mano.
Dónde...?

Va..? Viene...?

6 comentarios:

  1. ay Maricarmen! pareces un reportero gráfico,como me gustan tus fotos.

    besitos

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  2. ¡Hay que ver lo que da de sí un tranvía pasando!

    Muy expresiva y descriptiva tu entrada. Y más me refiero a tu relato que a las fotografías.

    Besos.

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  3. Muy sugerente el motivo del tranvía, con todo lo que conlleva: viaje, despedida, huida, dolor por el adiós, nuevos paisajes y experiencias, nuevos encuentros y proyectos... nuevo adiós con el pañuelo. El círculo se cierra.

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  4. Qué imágenes más hermosas nos describes, Maricarmen. Los trenes y los tranvías desprenden el mismo sentir, la idea de fugacidad, de despedida y de reencuentro. De gentes que van y vienen. De vidas que se cruzan en un instante.

    Un besito

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  5. Me encantan los tranvias, un encanto especial tienen los antigüos, pero esos solo se ven el las exposiciones...
    A mí me gusta mucho viajar en tren y en coche, más que en avión pues se vé e imagina todos los paisajes y puedes inventar historias como las que tú nos has regalado hoy tan bonita...
    ¡Ay! EL AMOR...
    Un abrazo fuerte amiga, desde mi librillo.

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  6. ¡Qué bonito, Maricarmen! Los trenes y el amor siempre se han llevado bien. Reencuentros, despedidas, historias que comienzan o terminan, gente que va y viene, fugas, citas clandestinas, esperanzas, llantos... Muchas películas han tenido al tren como protagonista, por ejemplo la memorable "Extraños en un tren", o la maravillosa "Breve encuentro", que tuvo una versión más moderna bastante buena, "Enamorarse". Las maletas son el símbolo de lo que cargamos, el trayecto es la propia vida.
    Un beso. ¡Disfruta del sol! Aquí hemos vuelto al otoño.

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