El costurero está lleno de hilos. La aguja está fría deseando que las enhebren y coser todos los retales que están guardados en la memoria. Mientras, se queja de no encontrar la causa de este olvido imperdonable. Hilvanaré los retales a punto de costura para que no se deshilachen. No dejaré que pasen a formar parte de los objetos olvidados en el baúl en el que se guardan tantos y tantos cachivaches abandonados. La almohadilla reune a los alfileres, está, rutilante con el brillo que desprenden por la cabeza sin dejar salir su figura erguida, están deseosos de clavar su cuerpo en la tela. Se unirán encima de la mesa con la cinta de medir, para cuando llegue la tijera con su movimiento de hojas, decida el misterio de los centímetros. Logrando todos los elementos, más unas manos tiernas que se conviertan en ropajes y vestidos. La suavidad cubrirá el cuerpo y las caricias serán los nuevos afectos.
imagen internet
Querida MariCarmen, eso se llama hacer poesia en prosa...
ResponderEliminarMagnífico paralelismo...los retales, los sentimientos del alma...guardados, que no se pierdan, que no se estropeen, que no caigan en el olvido...
Una maravilla, querida amiga. Eres increíble.
Besitos
Si buenas son las fotos con la cámara, mejores son las que haces con la palabra.
ResponderEliminarMuy ocurrente la metáfora de los hilos del recuerdo y de la tejedora o costurera que hilvane todo para que nada quede en el olvido. Pero qué hacer cuando el cuerpo entero está deshilachado y salen flecos por todos los lados.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy bonita tu entrada, los hilvanes son estupendos para todo, pero para los recuerdos deben ser perfectos. Así unos sobre otros, con todo su colorido.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte amiga, desde mi librillo.
Precioso Mari Carmen.
ResponderEliminarTe has fijado lo bonitas que son las palabras que tienen que ver con la costura? Hilvanar, almohadilla, cintas, enhebrar....
Muchas gracias por tu felicitación. Te dejo un beso o dos.
Pues, la verdad, te seré franca, querida tocaya. No tengo ni idea de coser, pero lo que si que me acuerdo es cuando era una peque iba con mi madre a la modista y tenía una especie de naranja de trapo rodeada de chinitos que la abrazaban. Bueno, no sé si lo describiré bien, pero el caso es que esos muñequitos me hacían muchísima gracia. Claro está, que "esa cosa" servía para pinchar las agujas, pero eso a mí no me importaba, jeje
ResponderEliminarbesitos
muy bonitas palabras, pero mis manos y mi cabeza estan como el tiempo:helados.
ResponderEliminarun beso
Maricarmen,
ResponderEliminarMe gusta cuando escribes así!
Besos
Coseremos pues. Nunca te dejo nada cuando paso por aquí, siempre mal de tiempo (¡qué excusa!). Tú sigue cosiendo, que yo también intento hacerlo.
ResponderEliminarA ver cuándo nos vamos por ahí con las cámaras y me das envidia con esa réflex :)))
Besazo
Hay que tener dulzura y arte para hilvanar todos esos hilos. Pero antes que nada, deseos de hacerlo.
ResponderEliminarBesitos
Necesito buenas puntadas, amiga.
ResponderEliminar(Me encanta cómo escribes)
Besicos
· Toda precaución es poco. Hilvana, cose... y llena las puntadas de afectos.
· besicos
CR & LMA
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