No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

domingo, 11 de diciembre de 2011

EMPEDRADO

Qué más da el orden de las cosas. Lo que importa es el tono de las palabras y el tacto de las caricias. Las cosas no son lo que parecen –cree repetirse- pero son lo que son. Y cuando sale a la calle y deambula va tranquilo y sosegado porque nadie le dice lo que tiene que hacer o no hacer. Esto último es lo que no le gusta, siempre hay algo o alguien que le incomoda. Es taciturno. Se le ve todos los días cuando compra el pan y vuelve recorriendo caminos ya andados.
-¿Lo reconoces Manuela?
-Demasiado bien; cambiaron mis caminos de hierro.
Manuela y Matilde se miran, sonríen y siguen caminado. Esta vez por avenidas diferentes.

20 comentarios:

  1. La vida que une y desune, que junta y dispersa, que propulsa el entendimiento o la discordancia... Has recogido la complejidad de las relaciones humanasen este micro, Cabopá.
    Absolutamente de acuerdo en la importancia del tono, pues ese tono narrativo o poético (según donde nos movamos) es el que determina que sea agradable o infumable el escrito, mucho más que el fondo, pues bien expresado todo puede ser sublime.

    Por lo que se refiere a la fuente tan cercana que tengo, ya está en el cobijo, en una entrada del 25 de diciembre de 2009: "Desierto".
    También puse otra fuente muy bonita en un micro: "Muerte vertical".
    Ambas me gustan, pero como ya están, no las he repetido.
    ¿Se nota que me gustan las fuentes?

    Besicos.

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  2. Vuelvo después de días sin pasar por aquí por falta de tiempo y te encuentro un tanto críptica.

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  3. ¡Uf! Un texto muy hermético. Manuela y Matilde se miran y se van caminando por rutas diferentes, como las vías del tren que, aunque están siempre mirándose, nunca se encuentran, porque son líneas paralelas. Lo que no sé es qué pinta el hombre sin nombre, taciturno para más señas.
    Saludos.

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  4. A veces caminando por la calle tengo sensaciones como las que transmites en tu micro, personas que caminan sin cruzarse, otras que se resisten a dejarse... árboles que se dejan acariciar por el viento... un hombre paseando a un perro o un perro paseando a un hombre... tantos tonos se oyen en la calle, tantas formas de decir...
    Y el nuestro, el propio de cada uno, se va formando con retazos que nos llegan gracias a ese viento de los tonos de los demás.

    Me gusta tu micro porque invitas a dejar volar la imaginación a cada uno de los trenes que por aquí pasamos.

    Un beso

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  5. Dicen que todos los caminos conducen a Roma... que más da, para el hombre que ha errado no es verdad, son solo trayectos. Es posible que Manuela una vez se viera obligada a cambiar, a tiempo, de camino, y ahora pueda elegir caminar por la avenida. Está escrito en lo que importa.

    Besos

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  6. Se puede ir al lado e ir tan lejos...

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  7. Tu tono poético característico impregna todo el relato. Las vías, las calles, las avenidas corren paralelas, ese juntan un momento pero siempre se alejan. Un beso en esta tarde de domingo tan gris.

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  8. Vengo de un post con trenes y me encuentro con éste. Es lo que tiene los ferrocarriles, besitos, Mari Carmen.

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  9. Bueno Carmen, hoy estás profunda...
    Muy amigas, andando juntas pero siempre separadas, como las paralelas.
    Un abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.

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  10. Es bueno caminar al lado de alguién...aunque nunca se junten nuestros caminos.
    Un beso.

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  11. Has dicho mucho más de lo que has escrito Cabopá.
    Además, me gusta tu nombre.

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  12. Cabopá, el deambular por las calles en libertad es un lujo y creo adivinar que este protagonista tuyo la acaba de recobrar. ¿En prisión estuvo?
    Me gustó el toque que le das y como diriges nuestros ojos hacia los caminos que tú nos llevas.
    Bessets.

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  13. Este me ha gustado mucho, Cabopá. Si consiguiera frenarme ante los juegos de palabras, no te diriía que me has dejado de piedra.
    Beso grande.

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  14. La vida nos une y nos aleja, como las vías por donde pasa el tren...

    Besos desde el aire

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  15. Me dan escalofríos cuando pienso en la cantidad de vidas que se cruzan al ir o venir por esas calles transitadas de mi pequeña ciudad. Somos relativamente pocos, pero a muchos no les conozco.
    Besicos

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  16. SIEMPRE RECONOZCO A MIS AMIGOS CUANDO LOS VEO (O A MI SOMBRA). LUEGO SIEMPRE LLEGA LA DUDA DE SI ESTARE ALUCINANDO. CREO QUE SE CRUZARON ALGO MAS QUE UNAS VI(D)AS. CUANDO ME SUCEDE ESO (QUE PIENSO QUE ES ALGUIEN CONOCIDO) TRATO DE OBSERVAR CON DETENIMIENTO, COSA QUE ES MUY DIFICIL (POR AQUELLO DE NO INCOMODAR A LA OTRA PERSONA). EN FIN, EL SOLO HECHO DE SABER QUE ESA PERSONA ES MI AMIGO TAN QUERIDO... ME HACE MUYYYYYYYYYYY FELIZZZZZZZZZZ........:)))))

    TE ABRAZO DESDE EL ALMA....

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  17. El tren recibe el nombre de sus estaciones. Un bello escrito.

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  18. caminos que se cruzan todos los días, pero no se juntaran jamás.
    Bonito ,pero críptico.
    IUn abrazote.

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  19. Tu blog tiene algo muy atrayente que no puedo definir, aunque a veces me resultan difíles de interpretar tus entradas.
    Te seguiré de cerca para ir aprendiendo.
    Un abrazo

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