No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

miércoles, 22 de febrero de 2012

BUENOS DÍAS


   Hoy el lápiz y el papel están en desuso han sido sustituidos por un teclado que acompaña con música cadenciosa e ilumina las letras con una luz invisible. La banda original de nuestra vida está llena de trazos sobre papel. Aunque los cambios y la melancolía aparezcan entre los visillos del mirador y se queden escondidos bajo la mesa de camilla, el teclado ha ganado la batalla. Los cuadernos siguen apilados en el anaquel del armario, esperan silenciosos para reunir las palabras emitidas por esa voz que no deja de musitar significados parecidos o distintos, según el día y la hora.

      Hoy las manos se deslizan por las teclas con rasgos rápidos. No hace falta, goma para borrar, ni papel calco para copiar… La música de los trazos sobre el papel, ya no suena, ni siquiera cuando se deslizan por él, las tildes.
      La elegante y gentil pluma estilográfica llora por los rincones de los escritorios o en las cajas y fundas de las extinguidas papelerías con olor a tinta de tintero.
       En las recamaras oscuras de estos establecimientos, se cuenta que se las oye llorar por las esquinas. Cada mañana cuando llega Miguel y sube la persiana, saluda con agrado dando  los "Buenos días" Lo hace cada día porque sabe que las plumas estilográficas dejaran de gimotear.
         Él conoce muy bien del placer de escribir a mano.

16 comentarios:

  1. Cuanta razón tienes, que pena haber avandonado la pluma estilográfica y el papel, con su peculiar sonido al escribir, pero ahora se impone el pc, rápido, limpio, no hay borrones, ni papeles en la papelera. Se ha impuesto como se impone todo en estos días, tenemos que ahorrar tiempo, siempre hay tanta prisa...

    Besos,

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  2. Ese va a ser el origen de los lamentos que se escuchan algunas noches. En casa tengo una nutrida colección de plumas. Me gustan tus buenos días, claro que sí.

    Un beso

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  3. No hay nada como escribir a mano.
    Todo lo importante, como las caricias, ha de hacerse a mano, no a través de una máquina.
    Un saludo.

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  4. Cabopá, aunque el ordenador vence cada día a la pluma, el placer de escribir a mano no desaparecerá, tomar apuntes en tu vieja libreta es un ritual que te devuelve a la niñez, por lo menos a mí.

    Bessets.

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  5. Entiendo tu nostalgia, amiga. Yo también la siento muchas veces, aunque reconozco la comodidad del ordenador y del teclado (te equivocas, borras y no pasa nada, no tienes que mecanografiar nuevamente la página).
    También echo de menos mis plumas, sobre todo una con un alto valor de afección que me regaló mi hermano al acabar la carrera. Por ahí andan, en los cajones, solitarias, sin tinteros ya ni cartuchos. Ha ganado la asepsia del ordenador, son los tiempos. Como posiblemente un día no tengamos estanterías con libros y todos los tengamos almacenados en aparatejos para leerlos (me resisto, no creas).
    Preciosa nostalgia, Carmen.
    Besicos.

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  6. La máquina acaba con todo, hasta con nuestra personalidad.

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  7. Se ha perdido el hábito de escribir acariciando los bolis, las plumas, los lápices. El ordenador es como un gran ser que que abarca todo. Todo empeiza y termina en él.
    Cuando se estudie la historia a esta etapa se la llamara la edad del ordenador.

    Un saludo.

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  8. Es un placer oir deslizarse la tinta por el papel.
    Besos

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  9. A pesar de que la tecnología nos atropella, aún resistimos algunos con nuestras colecciones de plumas, boligrafos, portaminas y lápices. Todas mis notas y vrios de mis primeros borradores de micros están escritos a vuelapluma.

    Ahora bien, no podemos olvidar la bendición que ha supuesto la informática a la literatura.

    ¿Quién nos leería a algunos de nosotros si no fuera así?

    Un abrazo.

    P.D. Odio este teclado que me roba la mitad de las tildes.

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  10. Sigo escribiendo en mis libretas, aunque reconozco la comodidad del ordenador. Pero el sonido del boligrafo al deslizarse por el papel es inspirador.
    Me gusta tus Buenos días.

    Besitos

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  11. Un papel y un boli o lápiz a mano no viene nunca mal...Yo sigo utilizándolos, no siempre tenemos el ordenador a mano y la memoria no es lo que era...

    Besos desde el aire

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  12. Las ventajas del ordenador son innumerables pero creo que nada puede sustituir el placer de deslizar un boli, lápiz o pluma por el papel.
    Yo sigo utilizando el papel como borrador: disfruto tachando, releyendo,escribiendo entre líneas,....El ordenador es más limpio pero borras y ya no puedes releer lo que has borrado.
    Me ha gustado mucho lo que has escrito.
    Besos!!!

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  13. ¡Qué bonito! La última frase me ha encantado, vale por un manifiesto. Yo sigo escribiendo a mano las cosas que más me importan. La grafología entiende que hay mucho que comprender en los rasgos de una escritura personal, en los de una firma con su rúbrica.
    Las pruebas de imprenta de las novelas se corrigen a mano, es decir, que yo sigo garabateando papeles.

    Un besico

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  14. Miguel y los escolares seguirán usando el lápiz y el papel y nosotros alguna vez cuando la inspiración nos asalte en algún lugar desusado.

    Un gran abrazo

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  15. Me encanta cómo lo dices... y es que para mí también el placer de escribir sobre papel solo desaparecerá el día que desaparezca yo.

    Besos.

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  16. La verdad es que tengo olvidado ese placer. Me gusta ese llorar de las plumas (lloran tinta). Es más, ya mi letra es horrible, no la reconozco, me escribo notas en posit y luego pregunto quien lo ha puesto (es broma, pero casi). La lectura de tu relato me ha transportado. Gracias

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