No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

sábado, 29 de junio de 2013

EL SALUDO

A través del cristal empañado por la respiración agitada del que mira, sin cortinas ni visillos, se puede observar como deambulan las ideas sobre los paraguas, las palabras sobre las aceras. Desde el mirador del quinto izquierda, una mujer descuelga los brazos esperando el saludo desde el tranvía que recorre las palmeras. Bajo la marquesina de espaldas al sol hay una maleta que espera ser recogida, está llena de caricias abandonadas a su suerte. Llega hasta allí una pelirroja de pelo ensortijado que desprende una enorme aura de despiste. Cuando toma el transporte tirado por la catenaria, siente un rubor inapreciable por su tono de piel y un suave cosquilleo le recorre todo el cuerpo. Al llega a su parada con los brazos abiertos se abraza a ese chico regordete que la espera. La maleta se queda sobre el banco de la estación, ellos, se van cogidos de la mano. 




6 comentarios:

  1. Bonitas metáforas en este micro...
    Un besico

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  2. Me gusta ese deambular de palabras e ideas. Bonitas imágenes.

    Besos desde el aire

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  3. Me has enamorado creando estas imágenes casi poéticas.

    Un abrazo

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  4. Preciosas imágenes que nos hacen visualizar todo el relato
    Besos Cabopá y ¡feliz verano!

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  5. Me gustan mucho las imágenes, pero me pierdo un poco con los puntos de vista. Me lío. A lo mejor es porque es muy temprano después de una noche trasnochada.

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