No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

miércoles, 22 de enero de 2014

ESCALERA DE DOLOR

Cabopá
Bajó la escalera rápida y un poco angustiada. Al llegar al rellano se paró en seco. Inmóvil, su figura recordaba una foto de estudio pero sin ningún apoyo ni ornamento donde asirse. Tras unos segundos con la mente en blanco y muchas ideas y pensamientos deshabitados, reinició la vuelta. Volvió a subir, parándose en cada peldaño. Cada escalón le representaba un quehacer determinado. Resuelto. Una frase grabada, cómo se haría lo que quedaba por hacer. Todo hecho. En los siguientes trechos, las imágenes se mostraban en colores distintos. Unos cálidos y luminosos, otros azules de mar, algunos verdes campestres. También los había de tonos grises y negros, en estos no se detuvo demasiado. En color sepia, también. Sintió añoranza. A la mitad del recorrido, subiendo de nuevo se preguntaba, cómo llenar el cesto de la ropa sin lavar o cómo elaborar la lista de la compra o cómo hacer y preparar el menú diario. Se volvió a parar en seco. No sabía si volver a bajar, estaba el rellano, entonces qué. Extrañeza y vació, silencio, ausencia. Todo eran sentimientos habitados en aquel momento. Ahora huérfanos de tacto sólo existían en el recuerdo. Decidió subir hasta el final, abrió la puerta, subió la persiana, quitó la cortina y cambió los muebles de sitio. Ya no está allí de alguna manera, pero siempre, estará. 

9 comentarios:

  1. Cada peldaño de nuestra existencia está plagado de pequeñas historias como éstas.
    Un saludo.

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  2. La ausencia, ese plato tan difícil de digerir...

    Un fuerte abrazo Carmencica.

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  3. En donde la escalera toma vida, cuerpo y sentimiento, el sentimiento agradecido de quien a diario la acariciaba cada vez que deslizaba su mano por la baranda de su nobe madera.

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  4. Los peldaños que hemos de recorrer cada día, queramos o no.
    Besitos

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  5. En cada peldaño, un gesto, en cada esfuerzo, un logro.

    Me ha gustado seguirte los pasos

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  6. El vacío que lo llena todo, el color de los recuerdos. Libre ya de los quehaceres cotidianos, aferrándose a los objetos, a los muebles a los peldaños, a la ausencia que recuerda su presencia.
    ¡Muy bueno Cabopá!

    Besicos y ABRAZO GRANDE

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  7. Yodo condensado en una última frase. No está aquí pero siempre estará.
    Ahora, comienza una nueva vida en la que todo será nuevo, con el recuerdo agarrado a cada esquina..

    · BB·HH

    · CR · & · LMA ·

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  8. La ausencia....el gran vacio.
    Besos.

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