No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

sábado, 5 de septiembre de 2015

CARTA DE OTROS VERANOS

Cómo quieres que te lo diga. Así estoy bien, tranquila como el viento cuando cambia a lo largo del día. Va, viene, rola, yo también. Me acomodo a lo que tenga que ser cada día porque los días del estío siempre me gustaron. Y, me siguen gustando, son largos, luminosos, claros, calurosos. El calor se apacigua con el agua, el agua, del mar; bálsamo salino que reconforta la piel dándole junto con los rayos de sol un color tostado que procura alegría. Alegrías necesarias que se acumulan y cuando te miras al espejo, disimulan las arrugas y los sinsabores del invierno permanente.
Como te iba diciendo, así estoy bien, haciendo lo que quiero cuando quiero y como quiero. No sé si es feliz desayunar mirando al mar y bajar a comprar el pan y los periódicos. Después tomar el vermú al volver de la playa…recoger la cocina rápida para hacer la siesta en el sofá delante de cualquier cantinela televisiva. Luego leer en la terraza entre los distintos colores que alcanza mi vista: el azul del mar, el verde de los arboles del jardín o el rojo de los tejados que refleja chillón el sol en su escapada. Regar las plantas cuando cae la tarde. Ellas también reclaman mi atención, las cuido.
Ya lo sabes,  a mí los días largos del calor me  renuevan haciendo eso, nada. Un verano más, otros vendrán y serán distintos, como el agua en su fluir por un río o como las olas que rompen rumorosas en la orilla y refrescan mis pies durante el paseo matinal.

Tú lo sabes, me conformo con poco.




                   PD: Este verano, sí que ha sido distinto por muchas razones. Entre ellas porque anticipada y voluntariamente me he jubilado. Siempre me gustó mi trabajo. Son muchos años, es la hora del júbilo, eso espero…


11 comentarios:

  1. Me llena de jubilo, tu jubilación la disfrutaremos todos los que tendremos que seguir recurriendo al mar, y aunque parezca un contrasentido lo haremos cuando los días en nuestro interior,(como el de hoy) sean tan grises como los de la foto.
    Un abrazo murcianica y ten mucho cuidado, mira bien donde metes la "pata".

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    1. Gracias, amigo Jesús, besicos murcianos van hacia los montes cántabros...

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  2. Feliz grandeza de poquedades llenas. Un abrazo

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    1. Gracias Juan por tú incondicional visita...
      Besicos para ti.

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  3. Querida amiga Lujan...acabo de encontrar este blog tuyo por casualidad ...te escribi un correo y no se si lo recibirias...yo tuve malos dias este verano incluso un dia ingresada en el hospital...
    Jamas te olvido pero lo tienes dificil para encontrarte
    besos Marina

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  4. Las pequeñas cosas, las más cotidianas, son las que nos mantienen vivos y activos.
    Un abrazo, dama de Cabo de Palos

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    1. Así es amigo Ángel, ya te veo por ahí en tus andanzas literarias. ¿Para cuando un blog? ¡Anímate!
      Besicos.

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  5. Ahora se abre una nueva etapa, diferente, con más tiempo para ti. Yo ya llevo un par de años y no veas lo que cunde.
    Un saludo.

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  6. Felicidades por ese júbilo que alargará el placer de vivir al ritmo que marcan otros relojes más benévolos.
    A disfrutarlo

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  7. Ay, Maricarmen, que con esas "rutinas" hermosas y ese mar entrando por la ventana hasta a mí me gustaría el verano y curaría mi fobia al calor.

    Y coincido en que me chifa como a tí hacer lo que quiero y cuando quiero y que necesito pocas cosas para pasármelo bien.

    Con el clima que tenéis por ahí, y sin horarios ni fecha en el calendario, puedes alargar tus costumbres de verano, aunque no los días y la luz, esa también es mi penita.

    Disfruta todo lo que puedas de esta nueva etapa. Mímate y no te olvides que lo único que hay que imponerse en la jubilación es eso, vivir con júbilo.

    Muchos besos,

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  8. Mari Carmen, yo también disfruto de mis primeros días oficialmene jubilada. He trabajado sin parar durante treinta y ocho años como maestra y he disfrutado mucho, aunque no me han faltado sinsabores y disgustos. Tardé en decidirme pero elegí el momento adecuado, creo. Como dice una tía mía, "en lo mejor de lo peor", y es que las cosas cada vez están más amargas en las aulas. Ahora intento disfrutar de la falta de estrés, me siento muy tranquila y haciendo lo que quiero cuando quiero, como tú.
    He pasado el mes de agosto en San Sebastián con mi marido, como cada año, y ha sido relajado y feliz: sol, lluvia, playa, olas, siesta, mucha lectura, muchos paseos, paisajes maravillosos, tranquilidad, sidra, chacolí, buena comida, estupendos mercados, fuegos en la playa... Vacaciones, en fin...
    Te seguiré leyendo. Besos.

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