No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

miércoles, 21 de agosto de 2013

CARTA DE CUALQUIER VERANO

         Cómo quieres que te lo diga. Así estoy bien, tranquila como el viento cuando cambia a lo largo del día. Va, viene, rola, yo también. Me acomodo a lo que tenga que ser cada día porque los días del estío siempre me gustaron. Y, me siguen gustando, son largos, luminosos, claros, calurosos. El calor se apacigua con el agua, el agua, del mar; bálsamo salino que reconforta la piel dándole junto con los rayos de sol un color tostado que procura alegría. Alegrías necesarias que se acumulan y cuando te miras al espejo, disimulan las arrugas y los sinsabores del invierno permanente.
Como te iba diciendo, así estoy bien, haciendo lo que quiero cuando quiero y como quiero. No sé si es feliz desayunar mirando al mar y bajar a comprar el pan y los periódicos. Después tomar el vermú al volver de la playa…recoger la cocina rápida para hacer la siesta en el sofá delante de cualquier cantinela televisiva. Luego leer en la terraza entre los distintos colores que alcanza mi vista: el azul del mar, el verde de los arboles del jardín o el rojo de los tejados que refleja chillón el sol en su escapada. Regar las plantas cuando cae la tarde. Ellas también reclaman mi atención, las cuido.
Ya lo sabes,  a mí los días largos del calor me  renuevan haciendo eso, nada. Un verano más, otros vendrán y serán distintos, como el agua en su fluir por un rio o como las olas que rompen rumorosas en la orilla y refrescan mis pies durante el paseo matinal.

Tú lo sabes, me conformo con poco. 

viernes, 9 de agosto de 2013

¡HOLA!

No he cerrado por vacaciones, ando por aquí...
Entre la poca cobertura y el poco tiempo del que dispongo este año para hacer excursiones mañaneras con mi bici y la cámara (cada año toca, lo que toca) os dejo  una muestra del único día que salí...


Cuando el Mar Menor
se despierta con bruma húmeda ocultando el horizonte, 
muchos días 
Los barcos de "vela latina" reposan con nostalgia
aquellos días en que eran los únicos.
El espejo de sus aguas recibe a los madrugadores,
 el sol juega con sus siluetas...
Y los colores resultan tan atractivos
esperando la algarabía de los bañistas

Desde la bicicleta me encuentro con mi sombra, me saludo y sigo el corto paseo...
Otro día más
Besicos 
Mar Menor 2013