No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

miércoles, 15 de abril de 2015

ENCADENADOS

Junto al mar
Mañana será el día elegido junto al mar, cuando apenas quede luz del sol. Y desde  la orilla llegue la niebla a mis pies. Quebrada quedará la tarde, aunque rebelde,  el mar se acerque y  me hable. Sin máscara, la mirada limpia, silente, sin credo.


Lejos del mar

 Quedarán las palabras arraigadas por el tiempo. Todavía retumba en mi cabeza como un disparo, aquel maldito día de golpe de timón, en el que la lluvia hizo desparecer tu retrato. Ni el piélago, ni el céfiro  se lo llevarán de mi pensamiento. 

El mar sigue cantando...cuando pierde una ola
José Ángel Buesa

domingo, 5 de abril de 2015

FOTOGRAFÍA DEL ESTÍO

       Buscando las  fotos de aquel verano por los caminos y valles de los Picos de Europa, no las encontraba. Cómo las iba a encontrar, si titulé el archivo “fino de hilar”. Seguí el consejo del anciano para no olvidarlo. 
        Vamos por sendas de montaña, entre valles de exuberante naturaleza  con infinidad de contrastes en verdes, amarillos y dulces lilas. Desde que mi marido se jubiló lo acompaño en sus rutas montañesas. Él, mi cámara y yo. Es verano. De los corredores de las casas cuelga el maíz y en los alféizares de las ventanas sorprende el estallido florido de los geranios rojos.
        Una noche fresca de rebeca. Entre los aperos de labranza que decoran el bar de Manolo, nos encontramos con paisanos que lo fueron del  pueblo. Ahora sólo durante el estío, vuelven. Charlan y beben animadamente, las mesas se van agrandando según llegan. Nos hacen un hueco y compartimos plática. En la calle suena una gaita alegre y con el alborozo de los niños se expande la fiesta al valle.
        “Es la hila del veranillo”, nos dijo el de más edad de la mesa. Nos contó que las largas  noches nevadas  al fuego de la lumbre,  si no hay hila, se pierde la vida sólo en dormir. Es verano, qué más da. Esto señora no lo podrá fotografiar pero guárdelo en la memoria, lo mismo el año que viene ya no podré hilar.
        Las animosas palabras de Anselmo quedaron en las fotos del estío. Sabía hilar fino.




"Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar"
Antonio Machado.