No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

lunes, 31 de mayo de 2021

ACEQUIAS Y AZARBES / 8 El cultivo de la huerta

 
Naranjas
Limones 
 


Bancal de coliflores

Patatas y tomates en encañizada

Bancal de habas

Mata de habas
Una mata de acelgas rojas


Bancal de cilantro

Bancal de cebollas en riego

Bancal de patatas



El huertano esperando que llegue el agua a su bancal


Una gran variedad de hortalizas y verduras se siguen plantando en la huerta. La mayoría para el consumo de las familias y en muchas ocasiones, el huertano, todavía cultiva y vende para los mercados callejeros (típicos zocos, herencia árabe) Algunos también llevan sus productos a lonjas y mercados. 

La huerta murciana posee una tierra rica y fértil acompañada por un clima cálido y benévolo con ella. Solo la escasez de agua, es un problema, aún así el huertano sabe y suministra muy bien cada gota de su tanda.  

Son cultivos tradicionales: patatas, ajos, cebollas, coliflores,(pavas) coles  calabacines, pepinos, tomates, habichuelas, berenjenas, pimientos, perejil, cilantro, lombardas, brócoli...

No hay que olvidar los cítricos: limones, naranjas, mandarinas, pomelos... Somos los mayores productores de limón.

Y la gran variedad de arboles frutales: albaricoques, melocotones, ciruelas, nectarinas, paraguayos (chatos) membrillos, etc. 

La huerta murciana fue fuente de vida en otros tiempos, ya lejanos, ahora el desarrollo de la ciudad  ha ido mermando el espacio y en algunos casos conviven de cerca las urbanizaciones y los barrios con bancales de cultivo tradicional. 

NOTA: esta será de momento mi última publicación sobre "Acequias y Azarbes" El confinamiento perimetral dio lugar a largos paseos por la Huerta de Murcia, esa huerta tan cercana a la ciudad. Disfruté mucho con las caminatas haciendo fotos. Después recordando términos y buscando "en papeles" cosas que no conocía. Sin que haya de nuevo restricciones, algún día, volveré a publicar sobre este tema. 
Cabopá







lunes, 10 de mayo de 2021

ACEQUIAS Y AZARBES / 7 Caravija

La acequia Caravija nace junto al Molino del Amor (S. XVIII) en La Albatalía. Este molino se encuentra sobre la acequia mayor Aljufía. Estuvo dentro de unas instalaciones de la empresa conservera de la Huerta de Murcia, en auge en otros tiempos. Ahora hay chalet, urbanizaciones y algún que otro huerto de cultivo familiar.

El Molino del Amor tiene tres piedras y es el único que en estos momentos esta en restauración por su valor arquitectónico y patrimonial. Parece que las autoridades locales quieren declararlo BIC.

Arranca la acequia paralela a la acequia Aljufía y ambas recorren el subsuelo de la ciudad en una red complicada y misteriosa de túneles. Se encontrará con las acequias Nelva y Benetúcer en Puente Tocinos.

Existe una réplica de la acequia Caravija o de Las Palomas en el huerto y jardín que fue "Huerto Cadenas" o "Junteron" de trazado hispano-musulmán situado en la parte posterior del Museo de la Ciudad. En el s. XIX pasó a la familia López Ferrer. Adquirido hace unos años por el Consistorio capitalino, representa lo que fue minimamente.

Este huerto-jardín posee arbustos, palmeras, árboles frutales, jazmineros y rosales, en distintos parterres, también hay acanto y mirto. Es un concepto de jardín para recrear los sentidos observando su ornamentación y aromas. Se dice que del Mirto, planta olorosa pudiera haber sido el origen del nombre de la ciudad. De Mirto,(Myrtus) Myrtea, Murcia.

Molino del Amor sobre La Aljufía

Réplica de la acequia Caravija o de Las palomas



Fachada principal del Museo de la Ciudad



Fachada posterior del Museo

Huerto-Jardín

Hojas y flor de acanto (Acanthus Mollis)


Mirto o Arrayan (Myrtus)

El poeta al-Qartayanni  en este poema recrea el ambiente de Murcia como ciudad-jardín:

"En Murcia se reflejaban los árboles

en las aguas cristalinas del río,

y pasábamos el tiempo entre el almuerzo y la cena

descubriendo los deseos de nuestras almas

mientras las aves nos deleitaban con sus trinos,

o dejando rodar palabras bellas,

como piedras preciosas

en noches de luna llena

o embriagándonos con el aroma de los árboles y las flores

mientras el alba despertaba.



Réplica de la Caravija