El paseo diario es una necesidad reparadora. Salir, caminar, mirar escaparates; hacer recados o comprar una camisa de cuadros, de aquellas que nunca se olvidan. Aunque de ti se olviden todos los días. La jornada de hoy sobre un escenario cotidiano, con representaciones diarias en tres sesiones continuas, cansa mucho. Agota.
Ella vuelve siempre por el mismo bulevar, tranquila, lleva entre sus notas: qué hacer hoy. En los bolsillos lo que hizo ayer, a buen recaudo y dispuesto para la papelera de reciclaje.
Ayer festivo semanal con nombre de hombre no paseó. Sólo se subió al ascensor para tirar la basura.
Ahora sentada en el sillón piensa que tiene mucha basura por tirar. No por reciclar. Son restos orgánicos. Ya casi huelen.
Ella vuelve siempre por el mismo bulevar, tranquila, lleva entre sus notas: qué hacer hoy. En los bolsillos lo que hizo ayer, a buen recaudo y dispuesto para la papelera de reciclaje.
Ayer festivo semanal con nombre de hombre no paseó. Sólo se subió al ascensor para tirar la basura.
Ahora sentada en el sillón piensa que tiene mucha basura por tirar. No por reciclar. Son restos orgánicos. Ya casi huelen.
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