Martes de Ipanema
Antes, siempre un café, olor de
la nostalgia.
Sabor de melancolía, color de
soledad.
Ahora tomo un poleo.
Me fijo en las caras
Me fijo en los zapatos,
en la forma de andar,
en la forma de mirar.
En las pausas de los pies,
en las prisas de los brazos.
Me fijo en las manos tristes.
Vienen y van como
ellas por las aceras desgastadas.
Papeles sueltos
Aunque lo intento, no me inspira tanto un poleo como un buen café.
ResponderEliminarEmpezamos septiembre en efecto.
Veremos qué nos depara el otoño.
Saludos.
!Ipanema! Bar de encuentros y encrucijadas. Tiempos viejos los de hoy, tristes y arrastrados. Y si acaso fuera el mismo bar de otros tiempos, de citas, y alegría, aún me pasaría a tomarme un café en su soleada terraza. Pero Benet, el de Volverás a Región, me diría: sí, pero ya no es lo mismo. Un abrazo.
ResponderEliminarEl poleo no llevaba nada más?.Bendita inspiración la tuya.
ResponderEliminarUn abrazo.
A pesar de haber pasado unos años visitando el edificio de enfrente, no es que visitara mucho el emblemático bar que mencionas.
ResponderEliminarMe parecen unos versos melancólicos y preotoñales, en estas fechas postveraniegas.
Besos.
Muchas veces me he sentido así, como cuentas, Maricarmen, sóla en una mesa de un lugar que me recuerda viejos tiempos, observando los gestos de los que me rodean que me cuentan algo que sus bocas jamás se atrevería a pronunciar.
ResponderEliminarSiempre café, corto y aromático. Ya el aroma me inspira, me levanta el ánimo.
Unos versos de una belleza meláncolica y muy visuales.
Muchos besos, espero que estés bien.
Sera que septiembre nos acerca al otoño y la melancolía se cuela por las aristas de la vida….Pero no hay nada mejor que un buen café acompañada de buenos amigos…
ResponderEliminarUn inmenso abrazo
Me temo que el poleo como bebida ilusionante, poco futuro...
ResponderEliminarUn abrazo enorme de regreso
Eso es tener tiempo, serenidad, sabiduría.
ResponderEliminarUn beso.
Para esos momentos que la nostalgia se filtra por las costuras un café sin duda.
ResponderEliminarHe paseado por la playa echando de menos tu figura, debajo de la sombrilla, leyendo, siempre absorta. Un abrazo. Lola
ResponderEliminarLola, he tenido un verano un tanto complicado, sólo los fines de semana y no todos...Y, sí, sí he leído como siempre debajo de mi sombrilla roja. Algún día miré alrededor, tampoco te vi y me hubiera encantado charlar un rato contigo, amiga de playa y de lecturas...
ResponderEliminarBesicos