Dos mil catorce, fechas impresas en la piel
¿Casi
ya olvidadas?
Dejaron
huellas reversibles, discretas, ahí están
¡Sólo
recordadas!
Entrar
y salir, pruebas, esperas, dudas, incertidumbre.
Ahora queda la certeza de haberlas vivido.
Los
años se van, como los días,
Vendrán
otros, llegarán
¡Viéndolos
pasar!
Entre sus fechas y su importancia.
Para
no olvidar, quizás
y
desechar los malos ratos, vividos.
En
los días, habrá que cambiar el color de la letra.
¡Los
ropajes y los vestidos!
y la tinta con la que escribes.
¿Cambiamos
el color?