Viven junto al cauce del río en el valle morisco, al sol del macizo
Parecen dibujadas, se yerguen entre el cañaveral y la tierra árida
El sol y la temperatura del día, fría o cálida les procura belleza.
Por muchos años, con sus palmas doradas, otean lo que sólo ellas ven.
Crecen y lucen altivas pese a las inclemencias del suelo y el clima. Sobreviven y lucen su belleza todo el año.
ResponderEliminarBonitas capturas, Carmen !!!
Un beso, amiga, y encantada de asomarme a tu ventana de nuevo !!!
Verdaderamente un oasis. Esa tierra tiene de todo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Preciosas fotos. Supongo que serán de tu zona, una zona que conozco bien poco.
¿Andan bien esas palmeras? ¿Les ha afectado la plaga?
un besico
· LMA · & · CR ·
Resisten sin despeinarse.
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