Cabopá |
Bajó la escalera rápida y un poco
angustiada. Al llegar al rellano se paró en seco. Inmóvil, su figura recordaba
una foto de estudio pero sin ningún apoyo ni ornamento donde asirse. Tras unos
segundos con la mente en blanco y muchas ideas y pensamientos deshabitados,
reinició la vuelta. Volvió a subir, parándose en cada peldaño. Cada escalón le representaba
un quehacer determinado. Resuelto. Una frase grabada, cómo se haría lo que
quedaba por hacer. Todo hecho. En los siguientes trechos, las imágenes se mostraban
en colores distintos. Unos cálidos y luminosos, otros azules de mar, algunos
verdes campestres. También los había de tonos grises y negros, en estos no se
detuvo demasiado. En color sepia, también. Sintió añoranza. A la mitad del recorrido,
subiendo de nuevo se preguntaba, cómo llenar el cesto de la ropa sin lavar o
cómo elaborar la lista de la compra o cómo hacer y preparar el menú diario. Se
volvió a parar en seco. No sabía si volver a bajar, estaba el rellano, entonces
qué. Extrañeza y vació, silencio, ausencia. Todo eran sentimientos habitados en
aquel momento. Ahora huérfanos de tacto sólo existían en el recuerdo. Decidió
subir hasta el final, abrió la puerta, subió la persiana, quitó la cortina y
cambió los muebles de sitio. Ya no está allí de alguna manera, pero siempre,
estará.
Cada peldaño de nuestra existencia está plagado de pequeñas historias como éstas.
ResponderEliminarUn saludo.
La ausencia, ese plato tan difícil de digerir...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Carmencica.
En donde la escalera toma vida, cuerpo y sentimiento, el sentimiento agradecido de quien a diario la acariciaba cada vez que deslizaba su mano por la baranda de su nobe madera.
ResponderEliminarUna metáfora de la vida.
ResponderEliminarUn beso
Los peldaños que hemos de recorrer cada día, queramos o no.
ResponderEliminarBesitos
En cada peldaño, un gesto, en cada esfuerzo, un logro.
ResponderEliminarMe ha gustado seguirte los pasos
El vacío que lo llena todo, el color de los recuerdos. Libre ya de los quehaceres cotidianos, aferrándose a los objetos, a los muebles a los peldaños, a la ausencia que recuerda su presencia.
ResponderEliminar¡Muy bueno Cabopá!
Besicos y ABRAZO GRANDE
ResponderEliminarYodo condensado en una última frase. No está aquí pero siempre estará.
Ahora, comienza una nueva vida en la que todo será nuevo, con el recuerdo agarrado a cada esquina..
· BB·HH
· CR · & · LMA ·
La ausencia....el gran vacio.
ResponderEliminarBesos.