No tienen voz las paredes de aquel
edificio por el que paso todos los días. Tienen olor a caricias serenas, sin el
sabor de los aromas de antaño. Cuando me lavo las manos tengo la sensación que,
la fragilidad del jabón al hacer espuma, es como la vida que se consume y no te
enteras. Sólo se nota cuando la pastilla se acaba. Lola, dejó esto, escrito en
su cuaderno. Después abrió el grifo y se
volvió a lavar las manos. Se fue a la cocina, su lugar favorito, tomó una
sabrosa tajada de sandía, madura, dulce, como las noches de luna. Su cuaderno y
el placer de la fruta roja, llenan sus días de luz. En días como estos, es
suficiente.
No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde
martes, 29 de septiembre de 2015
lunes, 21 de septiembre de 2015
SONIDOS PROPIOS
La vida que late dentro de mi armadura es muy
distinta a la que vivo. Hay muchas sombras que no salen a la luz. Es tan
férrea que sólo las palabras de vez en cuando, balbucean algunas ideas. Mi
ciudad es rica en luz solar. Todo se ve con una claridad asfixiante, hasta tal
punto que las palabras cortan la respiración del que las escucha. “Qué pena que
los pensamientos no tengan sonidos propios". Algunas personas parece que
pasean por las calles con el bocadillo de su viñeta particular colgado como un globo
de su brazo izquierdo.
Tengo amigas que no busqué que encontré y conservo.
Será un tópico, la amistad pende de las cuerdas de un tendedero que no necesita
pinzas para sujetar la ropa. Necesita sol para quitar humedades y aire de vientos calmos que oreen los
pensamientos.
Dicen, que las noches con Luna, blanquean la ropa
dándoles más luz a los sentimientos.
Entonces oigo la música de fondo.
Papeles sueltos
martes, 15 de septiembre de 2015
YA NO ES TIEMPO DE CEREZAS
todo el quehacer cotidiano:
los momentos de lluvia,
las tardes frías en aquel verano,
nada queda entre los dedos,
todo voló entre las manos;
y en los rincones del cuarto, donde
me visto de libros a veces suda la palabra,
Transparente por el día que oscurece,
hoy me sentí morir,
vulnerable en la memoria de las noches
que abrazabas entre cálidas promesas
mi canción desesperada.
Ya no es tiempo.
No lo es, ya mi rabia fue enfundada,
parió versos limpios;
y una vida maltratada se encargó de
hacer mugre
muerta en las alambradas de mi
espalda.
No, no es tiempo de cerezas, aún no.
Mariangeles Ibernón Valero ***
Poeta, amiga, una mujer solidaria y comprometida con la poesía y con la vida. Un manojo de nervios lleva entre sus manos que reparte con serenidad en sus versos. Su último libro ya va por la 3ª edicción, editado por Azarbe, "69 Huellas eróticas"
*** No se me olvidará en la vida, tu lectura dedicada, aquel día en La Puerta Falsa. Con esa cara avispada, cuando me viste entrar, te faltó tiempo para saludarme con este bello poema, sé que significa mucho para ti...¡Gracias mil, generosa!
Poeta, amiga, una mujer solidaria y comprometida con la poesía y con la vida. Un manojo de nervios lleva entre sus manos que reparte con serenidad en sus versos. Su último libro ya va por la 3ª edicción, editado por Azarbe, "69 Huellas eróticas"
*** No se me olvidará en la vida, tu lectura dedicada, aquel día en La Puerta Falsa. Con esa cara avispada, cuando me viste entrar, te faltó tiempo para saludarme con este bello poema, sé que significa mucho para ti...¡Gracias mil, generosa!
sábado, 12 de septiembre de 2015
VARIAS OPERACIONES
Suma de tiempos felices
delicadas hojas perfumadas
con sabor a polos de limón.
Restas de tragos de licor
amargos trances en cascada
sones de músicas distintas
tristes momentos de largo recorrido.
Multiplicación de tardes y noches
en asientos de trenes en vía muerta
fantásticos sueños inacabados
consejos con sabias palabras.
División de sentimientos cálidos,
de frías porciones a medida
Siempre, son trajes fraccionados.
delicadas hojas perfumadas
con sabor a polos de limón.
Restas de tragos de licor
amargos trances en cascada
sones de músicas distintas
tristes momentos de largo recorrido.
Multiplicación de tardes y noches
en asientos de trenes en vía muerta
fantásticos sueños inacabados
consejos con sabias palabras.
División de sentimientos cálidos,
de frías porciones a medida
Siempre, son trajes fraccionados.
Cuaderno azul
sábado, 5 de septiembre de 2015
CARTA DE OTROS VERANOS
Cómo quieres que te lo diga. Así estoy bien, tranquila como el viento
cuando cambia a lo largo del día. Va, viene, rola, yo también. Me acomodo a lo
que tenga que ser cada día porque los días del estío siempre me gustaron. Y, me
siguen gustando, son largos, luminosos, claros, calurosos. El calor se apacigua
con el agua, el agua, del mar; bálsamo salino que reconforta la piel dándole
junto con los rayos de sol un color tostado que procura alegría. Alegrías
necesarias que se acumulan y cuando te miras al espejo, disimulan las arrugas y
los sinsabores del invierno permanente.
Como te iba diciendo, así estoy bien, haciendo lo que quiero cuando quiero
y como quiero. No sé si es feliz desayunar mirando al mar y bajar a comprar el
pan y los periódicos. Después tomar el vermú al volver de la playa…recoger la
cocina rápida para hacer la siesta en el sofá delante de cualquier cantinela
televisiva. Luego leer en la terraza entre los distintos colores que alcanza mi
vista: el azul del mar, el verde de los arboles del jardín o el rojo de los
tejados que refleja chillón el sol en su escapada. Regar las plantas cuando cae
la tarde. Ellas también reclaman mi atención, las cuido.
Ya lo sabes, a mí los días largos del calor me renuevan
haciendo eso, nada. Un verano más, otros vendrán y serán distintos, como el
agua en su fluir por un río o como las olas que rompen rumorosas en la orilla y
refrescan mis pies durante el paseo matinal.
Tú lo sabes, me conformo con poco.
PD: Este verano, sí
que ha sido distinto por muchas razones. Entre ellas porque anticipada y
voluntariamente me he jubilado. Siempre me gustó mi trabajo. Son muchos años,
es la hora del júbilo, eso espero…
Suscribirse a:
Entradas (Atom)