No tienen voz las paredes de aquel
edificio por el que paso todos los días. Tienen olor a caricias serenas, sin el
sabor de los aromas de antaño. Cuando me lavo las manos tengo la sensación que,
la fragilidad del jabón al hacer espuma, es como la vida que se consume y no te
enteras. Sólo se nota cuando la pastilla se acaba. Lola, dejó esto, escrito en
su cuaderno. Después abrió el grifo y se
volvió a lavar las manos. Se fue a la cocina, su lugar favorito, tomó una
sabrosa tajada de sandía, madura, dulce, como las noches de luna. Su cuaderno y
el placer de la fruta roja, llenan sus días de luz. En días como estos, es
suficiente.
Que intenso todo, el color, las palabras...
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias amigo, eres el primero y siempre te espero...Tengo que subir al Cantábrico un día de estos.
EliminarBesicos
Me asomo gustoso a tu ventana y lo haré siempre que pueda, porque sé que voy a encontrar sensibilidad y belleza, como ha sido el caso de este texto, en el que late el placer de las pequeñas cosas.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen
Ay, qué cosicas más bonicas dices, escritor...
ResponderEliminarBesicos
El cuaderno que se cierra hace de bisagra entre lo que queda escrito allí y lo que sucede después: lavarse las manos, tomarse una tajada de sandía. Bien podría servir de espejo y devolvernos lo que leemos al revés: Lola escribe que va al baño, se lava las manos, acude a la cocina y toma una tajada de sandía. Luego cierra el cuaderno y vuelve al baño a seguir jugando con la pastilla de jabón.
ResponderEliminarLa vida discurre apacible entre lo vivido y lo escrito.
Un saludo.
¡Oh,me gusta, me gusta demasiado tú interpretación, amigo Cayetano!
ResponderEliminarTengo que hacer un hueco para visitarte, te tengo abandonaó
Besicos, amigo
Muy lírico. Seguiremos cumpliendo la cuenta pendiente, demasiado tiempo aplazada, de ir conociendo tus letras.
ResponderEliminarSalud.
Me alegra verte por aquí, Miguel Ángel, todo un honor
EliminarBesicos
Muy buen escrito y muy buena pinta tiene esa sandía ñam , ñam.
ResponderEliminarbeso
Fantástica metáfora, la pastilla de jabón. Creo que tendré que lavarme menos, a ver si duro más.
Me consuelo con esa sabrosa fotografía. Me refresca.
Un buen texto, MC.
Un beso
· LMA · & · CR ·