Este horizonte es un horizonte fijo. Es un mar abierto en tranquilas aguas, viene sereno a la orilla, encontrándose con una arena de letras, en las que cada grano se convierte en una pétrea palabra que quedará para siempre en el recuerdo; en el recuerdo, de aquellos que lleguen un día hasta aquí y las puedan hacer suyas. No hay por tanto olores que lo definan, sí muchos sabores y colores en los que se ponen tantas ilusiones, tantas ganas, como ideas guarda la memoria y que cualquier día y a cualquier hora se harán realidad. Recuerdos