Me encantan los chumbos fresquitos aunque hay que tener cuidado y no abusar, que atascan, jeje.
Fíjate si sería melindrosa de pequeña que le pedía a mi madre que les quitase las pepitas a los chumbos, jajaja (bueno, melindrosa y un poquito inocente)
Besicos dulces (y venga a dormir, buenas noches, jaja)
¡Ay Maricarmen que va a ser verdad y me vas a sorprender con un platico de higos de pala (chumbos) con lo que me gustan a mi...! Eres un sol. Perdóname, no es por fastidiar ni por demerecer nada, pero los más buenos eran los que me pelaba mi Herminia cuando los traían recién cogidicos, y bien barridos, en la era de la finca de El Llano, en el pueblo de mi madre, Sucina. Para mi tienen denominación de origen. Pero si tengo que retractarme para que regales el platico de higo, me retracto ¿Vale?
El paisaje murciano no se puede entender sin las paleras. ¡Cualquier pintor de escenas murcianas que se precie, no puede olvidarse de incluir una palera, una pitera y una palmerica al fondo!
Dulces y sabrosos sí, pero ojo con ellos. Un abuelo mío, ya fallecido, vivía en Almería, donde también hay muchas chumberas. Un día no podía hacer de vientre. -¿Qué has comido?- Le preguntó un tío mío. - Higos chumbos- Contestó. - ¿Cuántos? Respuesta asombrosa de mi abuelo: - Medio ciento. Jopé con el abuelo. Menudo atasco tenía. Un saludo.
Hola Mari Carmen, ya estoy de vuelta de mi viaje, ya pondré alguna foto en mi blog. He paseado por el tuyo y he visto tus foticos lindas, del mediterraneo, lecciones de vela, mar, azules y más azules, he leido El tiempo entre costuras, te encantará, tu relato del balneario es precioso, cada día escribes mejor, las chumberas mmmmm¡ dan ganas de comerse algunos higos de los ricos que están... Pero me quedo con las fotos de las manos de tu madre, la mía se llamaba Ana María y tengo una hija que tambien es Ana ¡Coincidencias! Miro por la ventana veo el mar y te mando un abrazo fuerte desde el Cabo de Gata.
¡Qué chumberas más hermosas! Por aquí no dan apenas frutos y será por ese motivo que no se cultivan. Algunas veces los he comprado en el mercado pero he tenido mala suerte...
A ver si consigo comerlos alguna vez cuando estén en sazón. Un abrazo.
Los higos de pala están de dulces que pá qué...lástima la "jartá piñones" que llevan. Recuerdo que en La Alberca los vendían ya pelados y siempre comprábamos,jajaja, no sigo la anécdota, qué tiene guasa... En Mazarrón antes los vendían y te los pelaban en la puerta de tu casa. A mí me aterrorizan las pinchas invisibles que tienen, pero si me los dan pelados...¡qué delicia!
Los muy maduros se llaman Higos boticarios, pero no sé por qué ¿lo sabes tú?
Me encantan los chumbos fresquitos aunque hay que tener cuidado y no abusar, que atascan, jeje.
ResponderEliminarFíjate si sería melindrosa de pequeña que le pedía a mi madre que les quitase las pepitas a los chumbos, jajaja (bueno, melindrosa y un poquito inocente)
Besicos dulces
(y venga a dormir, buenas noches, jaja)
¡Ay Maricarmen que va a ser verdad y me vas a sorprender con un platico de higos de pala (chumbos) con lo que me gustan a mi...!
ResponderEliminarEres un sol.
Perdóname, no es por fastidiar ni por demerecer nada, pero los más buenos eran los que me pelaba mi Herminia cuando los traían recién cogidicos, y bien barridos, en la era de la finca de El Llano, en el pueblo de mi madre, Sucina.
Para mi tienen denominación de origen.
Pero si tengo que retractarme para que regales el platico de higo, me retracto ¿Vale?
El paisaje murciano no se puede entender sin las paleras. ¡Cualquier pintor de escenas murcianas que se precie, no puede olvidarse de incluir una palera, una pitera y una palmerica al fondo!
ResponderEliminarDulces y sabrosos sí, pero ojo con ellos. Un abuelo mío, ya fallecido, vivía en Almería, donde también hay muchas chumberas. Un día no podía hacer de vientre.
ResponderEliminar-¿Qué has comido?- Le preguntó un tío mío.
- Higos chumbos- Contestó.
- ¿Cuántos?
Respuesta asombrosa de mi abuelo:
- Medio ciento.
Jopé con el abuelo. Menudo atasco tenía.
Un saludo.
Hola Mari Carmen, ya estoy de vuelta de mi viaje, ya pondré alguna foto en mi blog.
ResponderEliminarHe paseado por el tuyo y he visto tus foticos lindas, del mediterraneo, lecciones de vela, mar, azules y más azules, he leido El tiempo entre costuras, te encantará, tu relato del balneario es precioso, cada día escribes mejor, las chumberas mmmmm¡ dan ganas de comerse algunos higos de los ricos que están...
Pero me quedo con las fotos de las manos de tu madre, la mía se llamaba Ana María y tengo una hija que tambien es Ana ¡Coincidencias!
Miro por la ventana veo el mar y te mando un abrazo fuerte desde el Cabo de Gata.
• Ricos riquísimos pero a mi me gustan más los silvestres, morados, puestos a macerar con azúcar en algo de coñac... o similar.
Ponme dos docenas
• Besos salados
► CR ► LMA
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ResponderEliminar¡Qué chumberas más hermosas! Por aquí no dan apenas frutos y será por ese motivo que no se cultivan.
ResponderEliminarAlgunas veces los he comprado en el mercado pero he tenido mala suerte...
A ver si consigo comerlos alguna vez cuando estén en sazón. Un abrazo.
Los higos de pala están de dulces que pá qué...lástima la "jartá piñones" que llevan.
ResponderEliminarRecuerdo que en La Alberca los vendían ya pelados y siempre comprábamos,jajaja, no sigo la anécdota, qué tiene guasa...
En Mazarrón antes los vendían y te los pelaban en la puerta de tu casa.
A mí me aterrorizan las pinchas invisibles que tienen, pero si me los dan pelados...¡qué delicia!
Los muy maduros se llaman Higos boticarios, pero no sé por qué ¿lo sabes tú?