Escuchar el sonido del agua,
recorriendo las ideas de ida y vuelta.
De los sentimientos bajo un paraguas.
Oír, sentires y placeres,
No escuchando los padeceres.
Porque el mar te susurra en la orilla
oyendo una canción que no es tuya.
Si, quiero que la verde agua cristalina,
del río que no cesa de cantar,
traiga los sones de mis decires.
Y venga a mi vera en compañía.
Qué la fuente que se oye, está cercana,
la espero, cuando el alba trae la mañana.
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