No miraré hacia atrás demasiado
asiré con mi mano la fruta madura,
seguiré a los que no miran el pasado.
En la penumbra de las palabras astutas,
en los portales con número de año
en los balcones donde cuelgan geranios;
Si miraré hacia delante pausado
sacaré las basuras de las canastas,
huiré de quien no se fía del presente.
asiré con mi mano la fruta madura,
seguiré a los que no miran el pasado.
En la penumbra de las palabras astutas,
en los portales con número de año
en los balcones donde cuelgan geranios;
Si miraré hacia delante pausado
sacaré las basuras de las canastas,
huiré de quien no se fía del presente.
muy bueno! Adelante, mirar atras para no repetir, pero siempre adelantarnos con lo que ya tenemos y dispuestos a seguir sumando!
ResponderEliminarUn besote
El pasdo, la nostalgia, es algo mareante, además como en tu caleidoscopio nunca se ve lo mismo. Siepre depende un poco de nuestro giro de muñeca.
ResponderEliminarSi no existe nada, lo que ya no existe ,existe un poco menos o al menos con la libertad de pasarlo por un juego de cristales de colores.
¡Hola Mari Carmen!, me he colado en tu blog sin permiso y ha sido agradable saber que somos paisanas. Me ha gustado tu blog, a vuela pluma, pero ya me pasaré con más detenimiento a visitarte.
ResponderEliminarSi quieres pasar por mi rincón, te recibiré encantada.
Saludos cordiales.
¡ESpectacular entrada! ¡Qué delicia para los ojos! Y qué decir del poema...lleva tanto optimismo, tanto deseo de frescura, tal vitalidad, tal independencia de pensamiento...Me siento identificada con sus propósitos, aunque lamentablemente no en la práctica, porque soy de las que lo guarda todo...¡Ah, si yo tuviera voluntad para vaciar los canastos llenos que me agobian! ¡AY, Maricarmen!
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