Conchas, caracolas y chapinas no están en la orilla,están bajo el mar, por eso brillan. El mar se mueve placentero lucen con el sol, en el trasluz de un día de invierno Por un sendero de nácar batido por los suaves vaivenes suenan sones de poniente el mar acaricia los pies de quien se atreve a caminar por esta alfombra marina.
Si yo escribo a un sólo espacio, por qué luego bloguer al publicar me separa los párrafos a dos. ¿Alguién lo sabe?...
ResponderEliminarEste tapiz se puede encontrar en muchas playas,aquí en el Mar Menor era algo habitual, ahora sólo se ve en invierno...
Ah, es un buen masaje para los pies...
¡Qué maravilla de alfombra! Pero claro, qué maravilla de mar... ¿Y no has "robado" un poquito de ese tapiz para ti? Yo no me hubiera podido resistir ;-). Besos.
ResponderEliminarSólo se ve en invierno porque en verano pasa el tractor que alisa las playas. ¿No te pinchas cuando caminas por encima?
ResponderEliminarUn buen masaje para los pies, pero hay que ir con cuidado. Yo casi me rebano el dedo gordo de un pie al pisar una concha partida y afilada. Fue hace mucho tiempo. Me acordé ahora. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
preciosas fotos y palabras, que nos regalas como cada dia, enseguida a meter los pies en el aguita, aunque a mi la zona de piedras me da un no se que...que eso de estar pinchandome no me gusta
ResponderEliminarpara poder ordenar los parrafos y fotos como tu quieras, al escribir la entrada en la parte superior del cuadro donde escribes selecciona HTML y asi tienes tu que ir poniendo las fotos justo en el sitio que quieras porque blogger te las pondra por defecto al principio de la entrada, pero tu las seleccionas y copias y pegas en el lugar deseado
un beso
El mar, siempre el mar y sus inmediaciones.
ResponderEliminarMe has hecho recordar aquel misal de nácar con el que íbamos a hacer la primera comunión.
Besicos.
¡Caray! ¡Qué cantidad de conchitas!
ResponderEliminarBesos.
Hermoso tapiz,descrito con la artesanía de la palabra
ResponderEliminarAbrazos
Me gustan mucho las conchas, piedrecitas y demás tesorillos que arroja el mar. Eso sí, los piso calzada, ¡que pinchan!
ResponderEliminarBesicos de nácar.
Cuando regresé a Barcelona, lo primero que hice fue recoger esos pecios y llenar una fuente con ellos para que me recordaran que por fin volvía a tener cerca el mar.
ResponderEliminarSiempre imagino cuanto tiempo llevaran yendo y viniendo, cual habrá sido su origen... si habrán visto algún tesoro, esas cosas que me relajan mientras siento la arena o el agua en mis pies.
Cada vez se ven menos, eso es verdad.
Muy relajantes tus tapices y tus textos, Marycarmen.
Un beso grandote.
¡Qué precioso! Me encantaría caminar encima y escuchar el sonido de mis pies sobre las conchas y las piedritas.
ResponderEliminarUn lujazo.
Me gustó, he de ir por esas orillas.
Muchos besos, cielo.
¡Qué tesoros más lindos tienes en tu playica!
ResponderEliminar¡Qué bien elíges las foticos!
¡Y qué bonicas las haces!
Oye maestra de blog, no puedo poner el enlace en la tinaja de Cayetano. ¿Qué hago?
Si te parece me mandas un correo. ¿Vale?
Un abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.
El sonido de las olas arrojándose y recogiéndose de la orilla debe ser muy relajante!!. Un fuerte abrazo
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