Mirar por la ventana con la taza de café con leche humeante, asida entre mis manos frías y notar el calor que desprende la porcelana china, supone la sensación de despertar cada día. Untar de mantequilla al pan de ayer tostado, un ritual. Añadir una buena cucharada de mermelada de ciruela casera, es inferir la energía necesaria para ponerme en pie. Un sorbo del contenido de la taza o un bocado a la tostada paladeando tranquilamente el desayuno, es algo obligatorio, además de necesario en mi vida.
Soy el voyeur del amanecer de cada mañana. Veo las grúas plantadas en el solar que pronto será un edificio; a los barrenderos que fuman un pitillo, cuando salen del bar, para después iniciar el trabajo sobre las aceras llenas de hojas hijas del otoño. Miro otras ventanas que se van encendiendo, como pantallas luminosas hacia el exterior oscuro del naciente e imprevisible nuevo día. Suben las persianas despacio, en otras terrazas y balcones, las rendijas dejan pasar la luz de la lámpara, se puede intuir, que nuevas vidas cotidianas se ponen en pie, con diversos y variados asuntos, imposibles de adivinar sólo con la mirada. A veces intento imaginar.
Me ducho, me visto y salgo a la calle. Todos cada día, hacemos algo parecido, igual, diferente, semejante. Sinónimos de existencias que quizá no se encontraran en el camino jamás.
Cierto, eso al menos eso hago yo cada día, muchos lo hacemos con distinto paisaje, con distinta compañia, y cierto también que no nos encontraremos jamás a pesar de las costumbres.
ResponderEliminarbesitos.
Qué bonito lo dices, niña!!
ResponderEliminarHe paladeado cada palabra, como esa mermelada de la que hablas y me has untado de melancolía el pan.
Buenas noches, buenos días.
Ah, y muchos besicosss
Ahora mismito voy a desayunar, me has desconsolado. De mi ventana se ve el atardecer y como las luces se van apagando.
ResponderEliminarBesitos, gracias, tesoro, por tu ayuda.
Son las rutinas del despertar...Besos desde el aire
ResponderEliminarEl fresco placer de la rutina, tan personal y segura como virginal y estrenada.
ResponderEliminarUn ritual necesario como el pan de cada día.
ResponderEliminarSaludos.
El desayuno es la comida que más me gusta de todo el día. Café con leche y tostada con aceite y sal, qué no me los quiten, que sin ellos no soy nada.
ResponderEliminarBesicos.
Soy muy cafetera: me tomo dos cafés diarios, quisiera tres, y tostadas de aceite y miel,
ResponderEliminar¡la mezcla perfecta al empezar el día! ¡pruebalo!, seguro te gusta.
Ahora vengo!!!