No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

jueves, 18 de abril de 2013

MICROS EN LA ALAMBRADA


El sentido de las palabras

Abrir un periódico por cualquier página, escuchar la radio o ver un telediario es, en estos días, toparnos con estos términos. Se nos han pegado a las manos, impregnándonos hasta la dermis. Nos martillean en la oreja de forma voraz. Duele la mirada por el hastío que causan. En la boca provocan un atracón incomprensible… Sólo nos falta el olor ¿Qué aroma tendrán?  Para nosotros Anita, apestan. De no ser por el nieto el dolor sería hoy la palabra con más sentido. Pepe, sigue su retahíla sin parar, dirigiéndose a su mujer.
 Jamás Anita, jamás, supimos tanto de desahucios, fraude, rescate, recortes, embargo, deuda, déficit. Como si de una letanía se tratara seguía relatando palabras, capital, crédito, préstamo, paro, patronal… Anita se levantó de repente airada. No sigas José, no sigas. Me indigno. Voy a preparar la cena Josete tendrá hambre. El  nieto que jugaba sobre la alfombra dijo: “abuela, podrías hacer una sopa de letras”. Los abuelos se miraron y entornaron una leve sonrisa; al menos por hoy. Un sin sentido inesperado ocupaba sus vidas desde  hacía bien poco. Lloraron demasiado cuando su hijo se quitó la vida.


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Esta es mi aportación  en la II Primavera de Microrrelatos Indignados
organizada por :
Miguel Torija La colina naranja
Rosana Alonso Explorando en Lilliput
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22 comentarios:

  1. Doloroso, qué doloroso Cabopá.

    Muy buena tu aportación. Un abrazo.

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  2. Un tristísimo final. Hasta ahí lo lamentable es la desesperación progresiva y continuada de tantas y tantas familias. No podemos callar ni quedar pasivos ante esto.
    Me alegro de unirme a estas manifestaciones de indignación.
    Me gusta tu protesta en la alambrada.


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  3. Duele...

    Besos indignados desde el aire

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  4. Muy triste, Carmencica. Hay muchos que toman el camino más corto, cuando su protesta les parece inútil.

    Besos

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  5. Triste, real y preciosa tu aportación, un abrazo.

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  6. Trágico final, Carmencica, pero hechos que, sin duda, están ocurriendo. Felicidades.

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  7. y no es un cuento, que es verdad
    Besotes, guapa

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  8. Cuánto cómplices tienen aquellos truhanes.

    UN beso :-)

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  9. Cabopá, dramático este microrrelato que muestra esa realidad que nos golpea. Ojalá estos términos que ahora nos invaden se hubiesen quedado en el diccionario o en la jerga de los economistas.

    Bessets.

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  10. Hum, qué duro, Carmencica, qué duro. Esta primavera esta haciendo llagas...

    Un abrazo grande.

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  11. Jooo!! Cabopá, todavía noto un calambre frío a lo largo de la espalda. Uf! No me esperaba ese final. De repente nos sitúas en otro tipo de familia...

    Un besooo grande (me has dejado helada).

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  12. Terriblemente duro. Tu micro es un llanto por todos aquellos que no pueden con sus situaciones personales, por los desolados, los hundidos, los pobres, los que encontraron en una cuerda su mejor aliado.

    Sin sentido, como mi sentencia.
    Ahorcados, como las cuerdas que anudan los cuerpos de quienes viven ajenos a los efectos de sus palabras, de sus decisiones, de sus propagandas.

    Triste como la vida misma, muy triste y desolador, amiga.
    Un beso desde mi alambrada.

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  13. Qué tristeza da saber que esto sucede de verdad, que no es un cuento.
    Un abrazo.

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  14. Muy duro y muy triste Cabopá. Y más aún saber que es real que sucede cerca nuestro demnasíadas veces.

    Besitos

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  15. Crudo y realista, Capobá. Me apunto a la sopa de letras.
    Un abrazo

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  16. Sobrecogedor, terrible este relato sobre todo por ese final y esas situaciones tan reales.
    Pero muy bien relatado.
    Un abrazo, amiga !!!

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  17. Otro relato que produce dolor. Los abuelos y sus pensiones están frenando la revolución, pero a nosotros no nos quedaran pensiones. En fin, que hay que iniciar ya otro dos de mayo.

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  18. Cada día nmás tristeza. Menos mal que aún quedan abuelos para compartir las tristezas y las alegrías.
    Besitos besitos

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  19. Un micro que es como un latigazo en el punto más débil del alma, Cabopá. ¡Cuántas vidas destruídas, poco a poco, como un goteo imparable!

    Un abrazo.

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  20. Golpetazo final, el humor pone bálsamo sobre la dureza de la situación.
    Realmente esas palabras nos acechan por todas partes y hastían, lo lamentable son todo lo que entrañan y que amenazan con quedarse.

    Fuerte abrazo.

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  21. Ese golpe final aún hace la realidad más real de lo que ya lo es. Y los abuelos que siempre están ahí...
    Un beso Cabopá

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  22. A la fuerza estamos aprendiendo economía. Cuando lo sepamos todo, ya será tarde para aplicar lo que aprendimos.
    Un saludo.

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