A través del cristal empañado por la respiración
agitada del que mira, sin cortinas ni visillos, se puede observar como deambulan
las ideas sobre los paraguas, las palabras sobre las aceras. Desde el mirador
del quinto izquierda, una mujer descuelga los brazos esperando el saludo desde
el tranvía que recorre las palmeras. Bajo la marquesina de espaldas al sol hay una maleta que espera ser recogida, está llena de caricias abandonadas a su
suerte. Llega hasta allí una pelirroja de pelo ensortijado que desprende una
enorme aura de despiste. Cuando toma el transporte tirado por la catenaria,
siente un rubor inapreciable por su tono de piel y un suave cosquilleo le
recorre todo el cuerpo. Al llega a su parada con los brazos abiertos se
abraza a ese chico regordete que la espera. La maleta se queda sobre el banco
de la estación, ellos, se van cogidos de la mano.
Bonitas metáforas en este micro...
ResponderEliminarUn besico
Me gusta ese deambular de palabras e ideas. Bonitas imágenes.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Me has enamorado creando estas imágenes casi poéticas.
ResponderEliminarUn abrazo
Íntimo y lírico.
ResponderEliminarBesos
Preciosas imágenes que nos hacen visualizar todo el relato
ResponderEliminarBesos Cabopá y ¡feliz verano!
Me gustan mucho las imágenes, pero me pierdo un poco con los puntos de vista. Me lío. A lo mejor es porque es muy temprano después de una noche trasnochada.
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