No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

lunes, 15 de julio de 2013

VECINAS DE PLAYA

         La vecina de la playa cada año lleva un bañador igual al que llevé yo el año anterior; se compra una silleta de playa del mismo color y me cuenta que se la regaló su prima. Conozco a su prima y me ha dicho que lleva años sin verla, que dejaron de hablarse y relacionarse porque la imitaba tanto que, le robó el novio, ahora su marido.
         El mundo es un pañuelo. Conocía a mi vecina, a la que sólo saludaba cuando nos encontrábamos en la escalera. Un día me vio leyendo en la playa y se sentó junto a mí. Se interesó por lo que leía, me preguntó por autores…Ella mientras, se entretenía con revistas y suplementos de los diarios. Pronto me contó, lo que le gustaban los autores de los que habíamos hablado. Dejó de criticar y hablar mal de los vecinos. Una pena, a mí me tenía informada, sus juicios socio-culturales, eran de lo más interesante.
         Este año, he visto que lleva unas sandalias muy parecidas a las mías y una camisola blanca que le sienta como un tiro que, bien haría diana en su pandero. Lo mejor, el otro día, llegó con su cuñada, se apoyaba en ella para sus teorías de la Comunidad, bueno mejor de urbanización. Llamó ladrón al Presidente saliente, esto es sabido por todos los vecinos, ella lo propaga con cada uno de los rayos de sol, cada verano. Sobresaliente fue cuando su cuñada le dijo: “está ahí tu amiga. ¿Cómo se llama?” Me di la vuelta, era una conocida mía de otros años, aquella con la que hablas porque tus hijos y los suyos salieron en pandilla tipo “verano azul”. Mi conocida –su amiga- vino a saludarme. A ella le faltó tiempo para meterse en la conversación.
         Me gusta la música clásica, por las tardes, aquí en la playa, en la terraza, siempre después de la siesta, suelo poner la radio bien fuerte; me aísla, me concentro en lo que leo. Esta noche, una sinfonía baja hasta mí se cuela por el balcón. Es ella quien la ha puesto, y bien alta. Todo me hace suponer que, mañana en la playa, hablaremos de música clásica


8 comentarios:

  1. Madre mía Carmen, qué agobio me ha entrado leyéndote. Señor, si tengo una vecina así no salgo de casa.

    Abrazos.

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  2. Qué atenta y cariñosa. Y te admira una barbaridad, eres muy afortunada con una vecina playera así.
    Saludos, y que se te haga entretenido el verano.

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  3. Vaya verano que te espera con la dichosa vecina!
    Besos soleados

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  4. No hay duda que tu vecina de playa necesita ser engañada, quizás con un autor odiado, o con una pieza clásica aburrida a tus gustos, o tal vez...

    Saludos

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  5. Aléjate de ella, Carmencica, aléjate, esas compañías no traen nada bueno. Qué mieo!!! Así llega un momento en el que no sabes si haces lo que quieres o lo que crees que ella no va a imitar y acabas estando más pendiente de su vida que de la tuya. Créeme, aléjate.

    Ahora acércate, un abrazo.

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  6. Tu relato es típico del verano pues de sombrilla a sombrilla se oyen todas las conversaciones, tú lo has hecho muy interesante, te has esmerado, perfecto.
    ¡¡Muchas felicidades Carmencica!!
    Un abrazo fuerte desde el Cabo vecino y sim sombrilla.

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  7. Uyuyuyuyuy, me recuerda a una peli en la que la compañera de piso empezó así y al final se transformo en ella...
    Besos desde el aire

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  8. ¡U, cuída ese verano, no sea que se te estropee!
    Besitos besitos

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