Las abarcas desiertas
Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.
Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.
Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.
Me vistió la pobreza,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.
Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.
Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.
Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.
Por el cinco de enero,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.
Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.
Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.
que fuera el mundo entero
una juguetería.
Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.
Toda la gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.
Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y un mundo de miel.
Por el cinco de enero,
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.
Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.
se rió con encono
de mis abarcas rotas.
Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y un mundo de miel.
Por el cinco de enero,
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.
Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.
Miguel Hernández
Por el cinco de enero siempre me acuerdo de ti papá. Te fuiste muy temprano.
Sé perfectamente cómo puedes sentirte por estas fechas. En casa, dos personas muy queridas se nos fueron también por estos días.
ResponderEliminarUn abrazo.
Malas fechas para decir adiós, malas fechas para decir hasta pronto.
ResponderEliminarPero son buenas para sembrar, para querer los días felices en los que estuvieron a nuestro lado, para recordar sus sonrisas con una ENORME sonrisa. Sonríe amiga mía, y que esta noche de Ilusiones no quebrante tu saber estar y tu gran optimismo.
Desde Vitoria, con amor: tu amiga Laura.
Excelso Miguel Hernandez.
ResponderEliminarPero esas palabras de recuerdo exceden los sentimentos. La vida pasa los recuerdos quedan como única conexión con el pasado y ese amor que nunca dejará de ser...
Un abrazo amiga.