Desde la barcaza se escuchan gemidos
de miedo, llantos de niño. Una madre abrazada a su hijo señala, “Mi hijo sabe a
sal” mientras le tienden una mano desde la balsa salvavidas. Llegaron al alba
de calma negra. Un mal sabor empañado. Alcanzan la isla de Lesbos, dios patrón
de tierra, nieto de Eolo que resopla vientos. Puerta de entrada, acaso puente,
para personas que huyen de una guerra en la que no quieren morir. Mojados, agotados,
ateridos del frío azulado, el piélago los arrastra con soplos insolidarios,
donde ni siquiera queda sitio para enterrarlos. Entonces, saben a muerte, sin más.
Las noticias abruman, la realidad está ahí. Le damos vueltas a los periódicos, lo escuchamos en la radio, lo vemos en la TV... Las reacciones son a la contra, muros, barreras, fronteras...¿Entonces qué?
ResponderEliminarestremece la cruda realidad . Ojalá este mundo convulso encuentre al fin un equilibrio
ResponderEliminarDificil deseo amiga Rosa, digo cómo tú, ojalá
EliminarY mientras estas desgracias ocurren, millones de personas miran para otro lado mientras celebran con ruido y alegría que alguien muy pobre, un refugiado también, nació en un portal una noche fría de diciembre.
ResponderEliminarUn saludo.
Asi de triste Cayetano," a festejar creyendo o no creyendo" Así es...
ResponderEliminarBesicos, amigo.
La esperanza del emigrante, tiene sabor de miedo y hambre.
ResponderEliminar¡Cuánta razón tienes BB y a veces ni siquiera esperanza!
EliminarBesicos, América
Un post duro, como es necesario, para conmover. Mientras, occidente asiste insensible. Aquí no conocemos el sabor a sal, ni el sabor a muerte. Solo vemos imágenes en TV sin llegar a comprenderlas.
BB·HH
· LMA · & · CR ·
La realidad inspira de forma amarga, así lo veo y así se me ocurrió contarlo.
EliminarGracias amigo ñOCO
Besicos
Un sabor salado que se confunde con la amargura de la hiel. Una situación dramática, real, diaria y sin visos de solución. Hay que escribir y contarlo, para que no se nos olvide.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen
A mi las noticias de este tipo no me dejan impasible, por eso escribo y lo cuento, no tanto como quisiera.
EliminarGracias Ángel
Besicos escritor de éxito
Siempre un placer volver a tu espacio, leeer y ver las cosillas que nos dejas.
ResponderEliminarSaludos.
Y para mi una alegría verte por aquí
EliminarBesicos, amigo
Tarde leo estas lineas. Pero que duro y triste, una realidad que relatas de manera sublime, se siente en la piel y desnuda el alma.
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
Qué congoja tan grande, tanta agente muriendo casi al lado nuestro. y tantos niños, tantos.
ResponderEliminarUn beso, chiquilla.