¡Qué placer pasear en bici a orillas del mar! ¡Quién pudiera! Yo ando muy atareado en mi nuevo trabajo, en la Sevilla de los 40º a la sombra, al sol ni te cuento... Por esa razón visito menos a los amigos, solo cuando puedo. Un caluroso saludo.
¡Yo tuve una igualita a la tuya, hasta del mismo color, me encantaba... Pero se oxidaba mucho y todos los veranos había que pintarla, hasta que mi pintor favorito dijo que no la pintaba más y compramos una de esas estupendas de aluminio. Pero es mucho más incómoda y casi no la uso. ¡Ay qué tiempos, como recuerdo mi bici roja! Tus fotos son como siempre preciosas. 0ye, ¿Cúantas coincidencias verdad? Un abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.
Está hecha toda una ciclista. Debe ser un auténtico placer montar en bici mientras la brisa mañanera del mar da en la cara y refresca todo el cuerpo. Me gusta tu bici, y su cesto también. Besicos.
bonita compañía: la bicicleta, la cámara y el mar. Te echamos de menos Puri y yo en el recital, fueron personalidades de la cultura y a puri... (bueno que te cuente ella). un besico desde la city
¡Qué estupendo! Siempre pienso en tener una (la tuve de pequeña), pero aquí hay tantas cuestas que llegar al mar aún no es para mí (quiero decir pedaleando). Un abrazo, no había venido, estuve fuera unos días, querida Cabopá.
Hola Mari Carmen! Tus fotos me han recordado a una serie que hizo un amigo con un carrito de Mercadona como protagonista. Eran fotos muy originales en las que retrataba al carrito en diferentes lugares de la ciudad como si el objeto tuviera personalidad propia... Un abrazo
Ayer salí a dar el primer paseo en bici,ella, se merecía ser hoy la protagonista...
ResponderEliminarYa sabéis, las bicicletas son para verano...
¡Qué placer pasear en bici a orillas del mar! ¡Quién pudiera! Yo ando muy atareado en mi nuevo trabajo, en la Sevilla de los 40º a la sombra, al sol ni te cuento... Por esa razón visito menos a los amigos, solo cuando puedo. Un caluroso saludo.
ResponderEliminar¡Yo tuve una igualita a la tuya, hasta del mismo color, me encantaba...
ResponderEliminarPero se oxidaba mucho y todos los veranos había que pintarla, hasta que mi pintor favorito dijo que no la pintaba más y compramos una de esas estupendas de aluminio. Pero es mucho más incómoda y casi no la uso.
¡Ay qué tiempos, como recuerdo mi bici roja!
Tus fotos son como siempre preciosas.
0ye, ¿Cúantas coincidencias verdad?
Un abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.
Está hecha toda una ciclista.
ResponderEliminarDebe ser un auténtico placer montar en bici mientras la brisa mañanera del mar da en la cara y refresca todo el cuerpo.
Me gusta tu bici, y su cesto también.
Besicos.
Debe ser maravillosos pasear en bici por la mañana tranquilamente,sosegadamente con un precioso paisaje de fondo.
ResponderEliminarAbrazos y buen día
bonita compañía: la bicicleta, la cámara y el mar. Te echamos de menos Puri y yo en el recital, fueron personalidades de la cultura y a puri... (bueno que te cuente ella).
ResponderEliminarun besico desde la city
¡Qué estupendo!
ResponderEliminarSiempre pienso en tener una (la tuve de pequeña), pero aquí hay tantas cuestas que llegar al mar aún no es para mí (quiero decir pedaleando).
Un abrazo, no había venido, estuve fuera unos días, querida Cabopá.
Hola Mari Carmen! Tus fotos me han recordado a una serie que hizo un amigo con un carrito de Mercadona como protagonista. Eran fotos muy originales en las que retrataba al carrito en diferentes lugares de la ciudad como si el objeto tuviera personalidad propia... Un abrazo
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