Cuando la memoria se cuela por agujeros blancos
pero, se queda en los colores grises,
ya no respira el aire a
canto
Ni la casa huele como el año.
Sí, alegre
junto al árbol que mira al
suelo en su declive
No seré quien entone otras músicas que
irisen el jardín
deshabitado
Mañana intentará de nuevo la visita al campo
como un grito en la
madrugada,
En forma de notas musicales
Sí, triste
se acerca a mí y al silencio.
Serán las músicas lejanas desde el color
del aroma, desde una tierra fría.
Serán las músicas lejanas desde el color
del aroma, desde una tierra fría.
Es grande lo que, a pesar de todo, pervive. Porque nada es fácil y sabemos que todo retorna y que nos duele. Un bonito poema.
ResponderEliminarNo soy muy buena comentando poesía, me gusta leerla pero siempre tengo la impresión de perderme algo, aunque esta tuya me ha parecido muy triste, como de echar de menos algo...
ResponderEliminarBesitos
Oscura, pero preciosa, Cabopá, llena de hondura, de esa melancolía que, a veces, nos engulle.
ResponderEliminarLas fotos de la palmera acentúan la sensación de tristeza y es curioso, muy curioso, pues este árbol solemos ligarlo a la luz y a la alegría. Quizá sea por ese contraste, pero me gustan mucho acompañando a este poema desolado.
Besicos.
Es oscura, sin dudas, pero muy bella...
ResponderEliminarUn beso.
HD