Un microrrelato mío, aquí en:
Cuando marzo mayea, mayo marcea
Llaman
la atención el Invierno y la Primavera cuando coquetean. Es una verdadera
historia de amor la que se
profesan. Se repiten caprichosos con
juegos florales a intervalos con los torpes copos de nieve, después
saldrán las lágrimas del rocío a brillar con el sol que se asoma por las
esquinas. Es como si alguien se dedicara
de tanto en tanto, a darle la vuelta y con ello, a modificar el tiempo. Mientras
los meteorólogos navegan por mares de incertidumbre, las estaciones retozan su idilio, no sólo en los mapas.
No solo en los mapas...y todo ello a pesar de las tormentas
ResponderEliminarTanto darle vueltas y revueltas de por qué una borrasca va y viene y se enrosca con un anticiclón, tantas teorías científica y al final la causa está en el irracional amor.
ResponderEliminarBesitos y enhorabuena
No conocía ese refrán. Te ha quedado un micro precioso, Cabopá. Toda mi admirada enhorabuena.
ResponderEliminarBesos.
Pues algo de eso debe ser. Y si es por amor, o lo que se le parezca, pues bienvenida sea esta locura de rebecas y tirantes!!!!
ResponderEliminarUn abrazo, Cabopá.
Esas incursiones entre las estaciones, parecen decirnos que no les gustan las limitaciones y mediciones de los humanos. Tal vez estemos obsesionados con catalogarlo todo, incluso nuestros propios sentires. A veces durante nuestras primaveras interiores, surgen días de pleno invierno y viceversa.
ResponderEliminarUn placer leerte... me encantó!!
Saludos
Qué sabrán los metereólogos de los asuntos que se traen entre manos el invierno y la primavera... :)
ResponderEliminarDelicioso relato, genial para despedirnos lentamente de la primavera.
Besos.
Es otra forma de mirarlo... Esas personificaciones a menudo dan en el clavo.
ResponderEliminarQué rápida eres!!!
ResponderEliminarMi más profunda admiración
Muy poético y amoroso el micro. Me gusta ese corte de mangas de las estaciones personificadas, sólo atentas a vivir su amor al margen de las previsiones y de lo que de ellas se espera. Seguro que no conocen los oscuros augurios sobre el cambio climático, jajaja.
ResponderEliminar¡Enhorabuena por la publicación! Estás hecha un crack, amiga.
Un abrazo.
¡¡Muchas Felicidades!!
ResponderEliminarTienes que estar muy satisfecha porque lo haces muy bien, me encanta la naturaleza, las estaciones se suceden de forma natural y siempre sorprendente,
como lo has descrito.
Un abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.
Antes, de adolescente, salía corriendo a la playa cuando el invierno aún no se alejaba y la primavera reverberaba su claridad en el viento frío. Sin saber del amor ¡cuánto lo ansiaba! y zambulléndome en el agua helada, surfeaba las olas y sonreía feliz por lo que, suponía, la vida me deparaba. Hoy completamente solo suelo verme… vernos, desde lo alto del acantilado, suelo ver lo bellas que son las esperanzas cuando aún no han llegado.
ResponderEliminarLas estaciones se suceden, y porqué no, se despiden con tristeza...
ResponderEliminarEsparce color y vida,
siembra flores perfumadas,
dijo el invierno, triste,
a su primavera amada...
Un abrazo.
Cabopá, ahora lo entiendo, porque al invierno le cuesta tanto marcharse y a veces alarga su estancia mucho más de lo habitual. ¡Ay el amor!
ResponderEliminarMe gustó este relato que se integra en una idea muy interesante.
Bessets.
Felicidades, Carmen. A ver si aprendo de una vez...en lugar de escribir novelones que no levanto cabeza jajaja
ResponderEliminarNO sé cómo es eso de publicar en La esfera. Si lo supiera, a lo mejos probaba.
Un besico, reina de los mares
Enhorabuena por tu delicioso y sutil trabajo. Tu voz suele despertarme el apetito. ;) Besos!
ResponderEliminarUy ¡qué bueno!. He de reconocer que este refrán no es de los que tuviera en mente ..creo haberlo oido muy poquitas veces.
ResponderEliminarLo has hecho estupendo, con ese idilio al que le queda tan poquito. Besotes refreneros!!.
¡Enhorabuena, Capobá! Un micro muy romántico con el invierno y la primavera, originales protagonistas.
ResponderEliminarBesitos