No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

viernes, 23 de octubre de 2009

POSTALES / 4



Es una calle larga, llena de baches por los que pasa todos los días; hoy no se ha dado cuenta de uno que, al pisarlo le hace girarse para reanudar el camino ya andado. La memoria está herida; la sangre coagulada en forma de recuerdos que quiere recuperar. Abre y cierra la ventana y vuelve a empezar el pensamiento, mejor dicho los pensamientos que, le llegan en forma de ideas ya pensadas; que no puede, que quiere, pero, no puede. Se agobia, se desespera y vuelve al bache. Después de pasar el paso de cebra, por la acera que camina hay un escaparate vacío, tiene un cartel donde lee: se traspasa, y un número de teléfono que no le interesa absolutamente nada. Es entonces cuando se da cuenta que el falso espejo le trae la idea que buscaba y antes no conseguía recordar.
La palabra era fácil pero la retención de las cosas y sobre todo de los textos o los nombres se quedan perdidos en algunos baches; otras veces se convierten en socavones. Sobre las baldosas se encuentra una hoja que el otoño ha dejado caer, la mira. Está ahí sola, seca, caduca; retiene en su mirada la sombra que proyecta sobre el suelo; son sus sentimientos los que, ahora no vienen al caso.

7 comentarios:

  1. Esa hoja caduca quizá nos está diciendo que los bachos y socavones no son eternos, también pasan.

    Un abrazo

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  3. Que triste!!!! se dá cuenta de que su memoria es como esa hoja. Está ahí sola, seca, caduca.
    Es una herida de muerte. No a lo mejor de muerte física, pero, ¿qué somos sin nuestra memoria?
    Un cuerpo que deambula sin saber ni de dónde viene, ni dónde está ni dónde vá....
    Tan sólo una sombra....

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  4. Muy triste si, el no poder sacar los pensamientos de donde se aferran y se niegan a salir.

    Un besito

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  5. Bonito texto y estupenda fotografía para ilustrarlo, Cabopá.

    Feliz fin de semana.

    Besicos.

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  6. Me encantan e sa hojas caídas de color dorado otoñal. Muchas veces las he cogido para adornar el nacimiento navideño, Otras veces he compuesto cuador a base de hojas secas...
    Qué maravilla de foto, se aprecia la sombra de la hoja y toda su gama de tonos.
    Y el texto, una estampa, una postal en prosa poética, sugerentemete abierta a la imaginación creativa del lector.

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