Perforó el
silencio de la habitación aquel bramido mudo como cada día. Nacho se despertó
de aquella horrible pesadilla diaria y una vez despejado del sueño, se puso en
marcha. En la calle lo esperaban los amigos, como cada uno de los últimos
domingos. Todos en las bicicletas iniciaron la marcha hasta los aledaños de
aquella mole de hormigón que habían construido junto al río. Se sentaron bocadillo en mano, igual que cuando eran,
niños, sólo que ahora un pequeño regato circulaba lento entre los cantos y las
rocas que verdeaban mohosa, negruzcas o pardas
en sus pestilentes aguas. Se
quitaron las cazadoras y quedándose con las camisetas verdes que ellos mismos habían
diseñado, fueron haciendo una cadena, uniéndose con las manos para poder abarcar la
fábrica. Nadie sabía mucho sobre su producción; sólo, que el río se había
secado, las piedras no brillaban y los animales acuáticos habían desparecido. Lo
que más llamaba la atención de los vecinos era el bufido que cada día entraba en sus casas como una
exhalación. Desde el principio los
jóvenes del lugar, no muchos, por ser una aldea pequeña, se concentraban todos
los domingos y festivos alrededor de la industria que, con sus vertidos había
hecho morir al río, de cauce ruidoso y de aguas claras, que en otro tiempo
cruzaba la localidad. Los chicos, las camisetas verdes y las bicicletas, hoy,
son acompañados cada domingo por todos los lugareños, la protesta continua.
Ilustración de Sara Lew
creada para I Carrera Verde digital y por relevos,
un proyecto de
Luisa Hurtado González
Paso el relevo: "la protesta continua" a El Moli (otra acelga que escribe) de
¡Venga, vamos, acelgas!
Has rizado el rizo incluyendo las bicicletas y la frase de inicio. Qué protesta más buena. Me gusta tu micro porque... por lo que sea, creo que esa fábrica se cerrará, no puede no cerrarse con esa protesta muda, verde, constante y seguro que cada vez más numerosa.
ResponderEliminarMe has recordado el 15 M, fijate.
Y dicho esto, ¿qué habéis tomado las acelgas para correr tanto? Estoy anonadada. Y verde de envidia.
Besotes y gracias, es fantástico, todo.
Luisa
Ay, entrenadora, las ACELGAS, hemos tomado eso,acelgas...Mucho hierro, vitaminas y vegetales y minerales que nos dan energía en las neuronas y un poquito de imaginación y muchas ganas de participar.
EliminarBesicos para ti.
¡Pero bueno! Esto va a toda velocidad, no me puedo despistar, que me llega el turno en un momento. Me ha encantado tu propuesta, Carmen, todo un pueblo unido para defender su entorno.
ResponderEliminarUn abrazo
No, no te despistes ACELGA que este juego da mucho juego y nos lo pasaremos muy bien cuando lleguemos a la meta, con una camiseta verde y una bicicleta...
EliminarBesicos Nieves, tu llegarás seguro con mucho jabón
¡Excelente, Cabopá! Guau! Si no fuera porque estamos en una propuesta de microrrelatos diría que es más que real. ¡Cuántas fábricas hacen esto mismo!!! Yo vivo cerca de dos. Una larga un hollín negro cada tanto y si eso sucede, hay que volver a lavar toda la ropa. Los pulmones no se pueden lavar. La otra, un poqutín más lejos pero no tanto, unos 4 km. es una fábrica que produce agroquímicos y hubo varias denuncas por contaminación con talio y porque entierran los desechos ahí mismo contaminando las napas, una bomba de tiempo. Ninguna denuncia ha prosperado en la justicia porque pagan el silencio, mepa...
ResponderEliminarMe ha encantado este micro donde los protagonistas no se resignan a que todo siga igual.
Esa es la actitud a seguir. Abrazo de acelga a acelga!
Ay, mi ACELGA del otro lado del charco...
EliminarNo te creas, tu relevo lo he asido con mucha fuerza y por eso ha salido así, salir corriendo con las letras (las mías) después de un relato tan bueno y ese nido reciclado, no, no ha sido tarea fácil, pero ahí está y parece que gusta....¡¡¡He pasado miedo escénico!!! No te creas, que no.
Bueno ACELGA argentina que muchos besicos rehogados con ajetes tiernos de la huerta de Murcia.
Mari Carmen, las Acelgas os vais pasando la bici de Sara y no paráis de pedalear. Un relato muy real y unos chicos que plantan cara a una fábrica sin desistir en su protesta.
ResponderEliminarPero los lagartijos os pillaremos, ya veréis!
Y, cómo no íbamos a tomar las bicis de Sara con lo bien "recicladas" que están...
EliminarBueno, bueno lagartijos, nos veremos en la meta...(je,je,je.)
Besicos, Puri
Qué bonito y qué buen ritmo logras... La protesta es lo único que nos queda, y ha de ser así, como un yunque golpeado por un martillo, insistente y sin desmayo.
ResponderEliminarImparables estáis las acelgas. Muy bien entrelazadas las bicis en esa protesta colectiva. Lograrán su objetivo, seguro. Y las aguas del pequeño riachuelo volverán a ser transparentes.
ResponderEliminarAbrazos ecologistas.
Gracias, Sara
EliminarTu ilustración ya te lo dije, da para mucho más. Si supieras el miedo que tenía y lo rápida que escribí, no te lo puedes creer. Ni yo me lo creo, pero me gustan los retos (pequeños y verdes) Y la amiga Luisa, sabe entrenarnos bien.
Besicos de ACELGA, sin cara de acelga.
A este ritmo.... difícil nos lo estáis poniendo.
ResponderEliminarMe encanta cuando la gente se une para denunciar este tipo de cosas. Muy bien llevado el tema, con bicicletas incluidas.
Un abrazo verde kiwi
Venga, que los kiwi son muy verdes y ricos...pero ánimo y escribir.
EliminarBesicos verde de una acelga.
Unamos las manos, si señora. Un buenisimo relevo Cabopá.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Gracias, repollo Rosa, voy a leerte, ahora mismo
EliminarBesicos de una ACELGA.
Reivindicativo, bien me gusta. Bicicletas, verde y ecologista. has dado en el clavo de lo que se pedía sin duda. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias, Fernando de los brócolis por venir hasta aquí con tu pollito...
EliminarBesicos de ACELGA.
¡Cómo están las acelgas, pardiez!
ResponderEliminarSuscribo las palabras de Fernando, Cabopá y me atrevo a añadir que -además- es esperanzador. Me hace ilusión creer que somos capaces de no desfallecer, de no entregarnos al desaliento.
Un abrazo,
¡Gracias Pedro!
ResponderEliminarComo ACELGA que soy me siento animada y verde con tus palabras, juntos podemos.
Besicos de acelga.
Carmen, que rapidez!! acabo de llegar del trabajo, es muy tarde y no he comprado comida, ahora me encuentro con tu relato ¡¡bien!!
ResponderEliminarAhora en vez de cocinar hay que ponerse a crear.
Un abrazo amigas, Las acelgas al podio!!
Ja,ja,ja...Moli espero que hayas comido, al menos acelgas no te faltarán. Ya estuve por tu casa y te dejé un comentari....¡Vivan Los Acelgas!
EliminarBesicos
Hola,Carmen.Si no fuera porque me siento acelerada en esta carrera* por decirte qué maravillosa y detallada descripción hiciste, me quedaría hoooooras pensando en este tema tan real y preocupante.
ResponderEliminarQué hermosa cadena de amor hicieron...pura solidaridad.La indiferencia no los contaminó, por suerte!!!
Mis sinceras felicitaciones!
Saludos desde Resistencia-Chaco
Mónica
*(como dicen acá, en Argentina:"y vos, ¿para que corrés detrás de los perros, si sos gato?")
Gracias, Mónica por acercarte a animarnos a Los Acelgas.
EliminarBesicos desde acá.
Un mensaje lleno de verdor y frescura frente a una realidad sombría que se impone como una pesadilla gris.
ResponderEliminarUn saludo.
Ay, Cayetano, gracias por estar siempre por aquí
EliminarVoy corriendo para no perder la Carrera Verde
Besicos de acelga.
Yo también soy acelga y... vaya pedazo de equipo tenemos! eres fantástica(y tu relato también) Un beso!
ResponderEliminarTú si que eres fantástica amiga...¡Venga, acelga estoy ansiosa por ver tu ilustración.
EliminarBesicos de acelga.
Cabopá, ¿los acelgas no vais muy rápidos? Mira que quién mucho corre...
ResponderEliminarEstá siendo muy divertida esta Carrera Verde por los relatos que se pueden leer.
Me gustó mucho el tuyo. A seguir escribiendo.
Bessets.
Ja,ja,ja...Sí que es divertida esta Carrera Verde, leer, comentar, hacer amigos, incluso brócolis...
EliminarBesicos de acelga y en la meta nos vemos, escritor.
Preciosa protesta que me evoca una canción de Amaral "En el río" y algunos ríos muertos que tengo en la memoria.
ResponderEliminarDile a Nicolás que no váis rápidos,
sólo váis tan rápidos....¡¡como los REPOLLOS!.
Buen texto querida, y un abrazo desde el último de los equipos que también son muy, pero que muy verdes. BESOS.
Hola repollo lindo, escucharé esa canción a la que haces referencia.
EliminarGracias bonica por tu comentario alentador.
Besicos de acelga verde, muy verde y tersa(ja,ja,ja,ja)
¡Ay, maricarmen! Que vengo de leer al Moli, y a ti no te había visto!!! Disculpa, Carmencica. Tu protesta verde me pilla en un día reivindicativo e indignada, asique estupendo caldo de cultivo. Muy bien por las Acelgas, amiga mía, sois unas requetebuenas contrincantes. Pero mi equipo es la repera: ¡Viva los kivisss!
ResponderEliminarBesitooos para ti.
Vale, Petra ten cuidado no te vayas a confundir de equipo, a mi los kiwis me gustan mucho,me tomo dos todos los días...
EliminarYa, ya sé que tu equipo es el "rekicwi",
Besicos de acelga también para ti.
Acelgas acelgas, que vais muy rápido y muy seguras... oye, qué bueno, no? la revolución empieza por los niños ¡bien, me gusta!
ResponderEliminarUn abrazo verde repolludo
ResponderEliminar· La protesta continua, la protesta debe continuar. La protesta debe ser permanente, toda clase de protestas. Sólo protestando podremos cambiar la realidad que no nos gusta.
· Y hay mucho por lo que protestar. ¡Demasiado!
· BB·HH
· CR · & · LMA ·
Que acelgas más sabrosas y contundentes ;)
ResponderEliminarEl equipo Acelga ha hecho un trabajo estupendo. Mi enhorabuena. Tu relato encaja con precisión en el tono reivindicativo, sin perder tu esencia. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarNo estoy conectado a este proyecto literario-ecologista.. Tu relato se lee con una sensación placida, de tranquilidad, sin embargo se denuncia. Quizás ese es problema que la gente está actuando sin violencia y así no se llega a ningún sitio, por desgracia.