Original idea de LUISA HURTADO |
Todas las tardes salía a dar vueltas por el barrio con su bicicleta. En el canasto traía pequeños tesoros que abrían camino a su imaginación. No entendía por qué los grandes llamaban "basura" a cosas que aún podían servir.
Hoy su mamá se enojó mucho y tuvo que hacerlo.
Se paró muy serio delante de ella y le dijo: - Cerrá los ojos y abrí la mano.
Y ahí le dejó una grulla hecha con una caja de cigarrillos.
- Ahora pedí un deseo y soplá.
Todavía el telón de sus párpados no se había abierto cuando un trino agudo perforó el silencio de la habitación.
Perforó el silencio de la habitación aquel bramido mudo como cada día. Nacho se despertó de aquella horrible pesadilla diaria y una vez despejado del sueño, se puso en marcha. En la calle lo esperaban los amigos, como cada uno de los últimos domingos. Todos en las bicicletas iniciaron la marcha hasta los aledaños de aquella mole de hormigón que habían construido junto al río. Se sentaron bocadillo en mano, igual que cuando eran, niños, sólo que ahora un pequeño regato circulaba lento entre los cantos y las rocas que verdeaban mohosa, negruzcas o pardas en sus pestilentes aguas. Se quitaron las cazadoras y quedándose con las camisetas verdes que ellos mismos habían diseñado, fueron haciendo una cadena, uniéndose con las manos para poder abarcar la fábrica. Nadie sabía mucho sobre su producción; sólo, que el río se había secado, las piedras no brillaban y los animales acuáticos habían desparecido. Lo que más llamaba la atención de los vecinos era el bufido que cada día entraba en sus casas como una exhalación. Desde el principio los jóvenes del lugar, no muchos, por ser una aldea pequeña, se concentraban todos los domingos y festivos alrededor de la industria que, con sus vertidos había hecho morir al río, de cauce ruidoso y de aguas claras, que en otro tiempo cruzaba la localidad. Los chicos, las camisetas verdes y las bicicletas, hoy, son acompañados cada domingo por todos los lugareños, la protesta continua.
LA PROTESTA CONTINUA
La protesta continua, gritó Nacho, no bajemos los brazos, esta es nuestra bandera (dijo mostrando su remera verde) montó en la bicicleta que sin ruido recorrió esas calles donde miles de automóviles atronaban con sus escapes humeantes, el cielo no se veía tan azul, una cortina de humo lo opacaba.
Sabía que tendría que hacer algo, por eso esgrimía ese dibujo donde una madre angustiada con su hijo en brazos sufriendo las consecuencias de vivir al costado del curso de agua, tan oscura como su futuro, con esa extraña espuma en la superficie que baja lenta hacia la desembocadura donde seguirá produciendo más daño.
Las bicicletas comenzaron a amontonarse frente a la pared elegida, allí donde quizás la viera aquel señor en su auto de lujo que pregonaba (buscando votos) que el y su partido tendrían las soluciones para evitar la polución, como diputado de la nación y en pos de los altos ideales de la patria.
Poco a poco la pared fue tomando color, en primer plano la imagen de aquella mujer con su hijo enfermo, como fondo el vertedero con su barro infame y espumoso. Sólo faltaba el olor picante y nauseabundo que se podía intuir.
Nacho y sus amigos sentían el orgullo de ser partícipes de la lucha.
Para que todos la vean la imagen está allí.
ILUSTRACIÓN DE UNA ACELGA
PARA LA I Carrera Verde por relevos
Autora Gema Luz ( Marigüary) |
OTRA VIDA
La imagen aún hoy sigue allí, con sus peces muertos bañados por las lágrimas de la madre, pero también con sus banderas verdes, sobre una vieja pared desconchada. Allí sigue a pesar de los años que han pasado y de que la contaminación del entorno es algo que los más pequeños no llegaron a conocer.
Después de años de luchas y denuncias, Nacho y el resto del pueblo consiguieron detener los vertidos y aunque ya era tarde para recuperar el río y los campos que lo rodeaban, aún había tiempo para volver a empezar.
Los más mayores recordaban bien cómo era su vida antes de bajar desde los pueblos de la montaña al valle en busca del progreso . No tenían muchas comodidades, pero sí una vida llena de cosas pequeñas y, sobre todo, saludable. Cuando uno necesitaba hacer un camino o techar una cuadra, podía contar con la ayuda de los vecinos; si enfermabas, tenías quién te echara una mano con el ganado o las cosechas y no se tiraba nada: si te sobraban manzanas o fréjoles, los compartías con quien no tenía. La vida seguía un curso lógico y se desarrollaba siguiendo el ritmo que marcaba la naturaleza. Apenas habían modificado su entorno en siglos.
Cuando decidieron abandonar el valle y volver a empezar en los pueblos vacíos de la montaña, apenas sabían hacer nada, cada uno estaba especializado en una pequeña parcela de la vida y era incapaz de sobrevivir por sus medios. Aprendieron entonces que la vida es mucho más fácil trabajando en equipo y también que los mayores son una fuente de sabiduría ancestral en la que apoyarse y de la que aprender.
A veces bajan a los más jóvenes a ver la imagen de la vieja pared y las ruinas de lo que un día fue una vida insostenible para que nunca lo olviden.
El regreso
A veces bajan a los más jóvenes a ver la imagen de la vieja pared y las ruinas de lo que un día fue una vida insostenible para que nunca lo olviden.
Gabriel, el niño que hace grullas de papel con cajas de cigarrillos, ha pasado con su bicicleta hoy. Cautivado por el mural, baja con curiosidad. No es mentira. La mujer de ojos de pájaro mueve los labios y lo llama por su nombre. Ahora lo invita a saltar. Gabriel mira una vez más la bici con su canasta llena de cosas para reciclar pero el hilo de voz lo atrapa. La madre lo recibe con un abrazo tibio porque sabe que, de vez en cuando, su pequeño mago juega a ser un niño de carne y hueso.
SANDRA
¡¡¡Hasta la próxima !!!
Los Acelgas
Sandra Montelpare (escritora), Ficcionario breve
Cabopá (escritora), Ay maricarmen
El Moli (escritor), Los delirios del Moli
Gema Luz (ilustradora), Marigüary
Nieves (escritora), Debajo de mi sombrero
Estoy un poco "estresá" de tanta carrera verde, de ir y venir allende los mares. La cara se me está poniendo un poco "acelguiana", pero nos lo hemos pasado bien...
ResponderEliminarHemos corrido y mucho, ha sido todo fruto de la oportunidad y la conexión transatlántica que nos da este "chisme" llamado internet.
Prometo que os iré visitando a todos aquellos equipos que no he visitado aún.
Besicos
Y no ha terminado...
ResponderEliminarBesos desde el aire
¡Qué bien queda todo el recorrido junto! Me encanta el conjunto. Enhorabuena al resto de los corredores-acelga y gracias, Carmen, por tomarte el trabajo de reunirlo. Para mí ha sido una experiencia de lo más positiva.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué bueno!!
ResponderEliminarHabeis aportado mucha calidad y mucha emoción. Ahora, supongo, la carrera discurrirá algo más tranquila hasta... apagarse suavemente.
Gracias a todos.
Gracias por recopilarnos!!!
ResponderEliminarMuy buen trabajo, Cabopá. Una comodidad y delicia leer así la historia. ¡Cómo sois las "Acelgas"!... Es que pensáis en todo... Comoos sobra tiempo (jejeje).
ResponderEliminarBesoooos
Buena colección.
ResponderEliminarDespués de los atracones de las fiestas pasadas vienen bien unas buenas verduras, aunque sean "acelgas".
Un saludo.
Acelgas rojas de Murcia.
ResponderEliminar¡Qué bueno quedó el recopilatorio!! Si me permitís voy a poner el link al final de El regreso así todos pueden leerlo de un tirón! Genial trabajo Cabopá! Un placer enorme compartir las ganas y la energía creativa con ustedes!!
ResponderEliminarBesitos van!!
Muy bueno Carmen, un trabajo excelente, lo único que no se porque resaltaste mi blog, dado que somos todos iguales y el trabajo en equipo fue genial.
ResponderEliminarUn gran abrazo a todas Mis escritoras.
Sandra, Carmen, Gema y Nieves.
Estoy muy orgulloso de ustedes chicas.
Luis
Menudo trabajo Cabopá!!,
ResponderEliminar¡¡vaya por Luisa esta recopilación!!. Enhorabuena ACELGAS habéis completado la carrera de relevos con una soltura enviadiable y con unos textos muy bonitos.
El lunes...no sé cómo se las va a arreglar Luisa para resumir la carrera de 5 equipos y 25 blogs.... no sé ¡estoy expectante!.
Un beso de sábado amiga.
Mi aplauso para las acelgas. Lo habéis bordado.
ResponderEliminarUn abrazo,
Muy buena esta recopilación Cabopá, así puede leerse todo seguidito y disfrutar el conjunto. Gracias por facilitarnos el viajecito hacia cada uno de los acelgas en esta Carrera.
ResponderEliminarUn abrazo vecina.
Has facilitado el trabajo de los lectores Cabopá... así es más tranquilo poder leerlo seguido.
ResponderEliminarBuen trabajo
un beso
Se nos está olvidando que la unión hace la fuerza. Quieren que dejemos de cantar No nos moverán. Me ha gustado que la esperanza en tu relato esté puesta en los jóvenes, comparto ese sentimiento y ojalá se haga realidad.
ResponderEliminarAhora voy a leer los relatos de tus compañeros.
Un beso