Todo
ocurrió cuando paseaba por la orilla. Las olas susurraban ecos salinos en su
vaivén y mí pasear lento. Los destellos del sol doraban los rizos de su melena,
aventados por un mar calmo. Desde la
roca, sus ojos me hablaban y sus escamas refulgían brillos que encandilaban
incluso al sol, que se ocultó travieso entre las nubes; solo, yo calentaba mis
pensamientos. Medio, mujer, medio diosa, allí la vi. Me quedé quieto y sin
saber qué hacer. Sólo ella, y yo. Inmóvil la observé durante mucho rato. Una
ráfaga de viento sopló como un imprevisto y desapareció, continué andando.
Después esperé sentado por si volvía a la roca de colores ocres, verdosos. No
volvió. Como el ventarrón crecía, me levanté y seguí con el paseo. Fue entonces,
cuando hasta mis pies llegó aquella botella, sin tapón. De ella asomaba un
papel húmedo con letras que lloraban tinta. Miré a mí alrededor y la cogí,
sacando con sumo cuidado la nota. “Acércate
al muelle, allí te espero” y la firma de Marina. Guardé el papel en el bolsillo y con la botella en la mano me
dirigí hasta el muelle, allí estaba. “Has vuelto a beber, -me dijo- no te puedo
dejar solo”.
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Hace unos meses tomé prestada esta ilustración por si tuviera cabida en Colaboraciones III
Juanlu aquí está, en mi ventana. ____________________________________________________________________________________________
Jjajjaja qué controladora, muy buen final Cabopá, inesperado.
ResponderEliminarY el dibu no me gusta nada, nada, jejejej.
Besos a dos carrillos desde el aire
Carmen dejas entrar a cualaquiera rosa...jejejeje
ResponderEliminarCompartimos una vez más, ainssss que ilusión colaborar y colaborar con vuestras letras.
Un besazo!
Ya te pillaré... :)
Eliminarno puedes, corro mucho y muy rápido...
Eliminar¡Ese final!
ResponderEliminarBesicos
Esas letras y ese dibujo... que digo yo. Que genial. Me habéis encandilado.
ResponderEliminarCabopa sigue disfrutando así, por como escribes.
Un abrazo.
¡Lo has redondeado de maravilla! y si encima es para el librito de colaboraciones III con esa bella acuarela de Juanlu ...pues ya estoy deseando de que se haga realidad y tenerlo en mis manos.
ResponderEliminarQue ya lo digo yo....no hay que beber, no hay que beber... bueeeno, ni tampoco estar solo, claro.
Un abrazo Cabopá y buen fin de semana. (Cachitos II ya está viajando hacia Vitoria... ¡tengo ganas de saborearlo!). Besos.
Ay ¡este sí! este ya lo recordaba....
EliminarY Cachitos II, viajó intacto y ahí lo tengo en mi estantería más preciada. Besos amiga.
Y ese final desconcertante con ser tan desagradecido e inesperado, no borra, sino que realza su idilio.
ResponderEliminarEl final me ha hecho soltar la carcajada, pero me ha llenado de ternura.
ResponderEliminarBesicos, Cabopá.
jejeje, desde luego es de lujo...un beso desde Murcia...
ResponderEliminarGenial, Cabopá. Un buen final para un hermoso cuento. Y la ilustración de Juanlu, ya sabes, brillante como siempre.
ResponderEliminarBesos.
¡Qué maravilla de relato con ese sorprendente final!
ResponderEliminarBesos y feliz seamana