Cabopá |
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“Te quiero vivo”
es el relato con el que he quedado entre los diez finalista en la VIII Edición del Concurso de
Microrrelatos 2021 de Amnistía Internacional Madrid “Pon derechos al clima” Más de 300 relatos de España, Italia, Francia, Colombia, etc.
Te quiero vivo
Un día llovió tanto que mi pueblo se
inundó. El agua entró en mi casa y en la de mis vecinos. Tanto llovió que, el
agua arrastró la tierra al mar. Vivo a orillas del Mar Menor. Después los peces
se murieron, salían hasta la playa buscando oxígeno. Sentí mucha pena, lloré.
Me faltaba el aire como a los peces. El médico diagnosticó: crisis asmática por
la humedad y el barro.
Luego el maldito virus nos tuvo
encerrados. No había clases, no veía a mis amigos, no salíamos a la calle. Nada
de abuelos. Este verano han muerto peces muchísimos más. Nuestro mar es único y
está herido de muerte. Ese día yo estaba allí, en la playa. Lloré, volví a
llorar, mucho. Dicen que son vertidos de nutrientes de campos avariciosos de
lechugas.
Me llamo Marisol, tengo 10 años, con mis
compañeros del colegio iremos a la playa a darle un abrazo gigantesco al Mar
Menor. Cuando vuelva le contaré a mi abuela lo que hemos gritado todos: “te
quiero Mar Menor y te quiero vivo”. Le he explicado a mi yaya qué es un Ecocidio. Ha comprendido por qué no como
ensalada.
En mayo, Rubén Castillo Gallego. Profesor y escritor hizo una reseña sobre mi libro "12 Meses" en su blog: Librario íntimo
En
el libro 12 meses, que el sello La Fea Burguesía le publicó a
Carmen Martínez Marín en 2020, todo lo anteriormente anotado adquiere unas
dimensiones de prodigio. Con delicada ceremonia, la escritora va miniando cada
verso, cada arista de sonido, cada tono cromático; y el resultado es
embriagador. Hasta el punto de que, cerrado el tomo, no se sabe muy bien si
está compuesto por hojas (como el resto de libros) o por pétalos. Como “el
mundo está lleno de intemperie” (p.73), merece la pena que entren y hagan la
prueba.
Agradecida, amigo Rubén
Nunca es tarde.
FotoyRelato Cabopá |
En una calle ruidosa, temprano, sin mucho tráfico todavía. Cuando los semáforos parecen no tener prisa. Allí estaba la pintora ambulante. Al aire, en equilibrio y con la firmeza de quien sabe lo que hace. Dibujaba. Nadie reparaba demasiado en ella. Él la esperó a que terminara y luego le enseñó la foto. Cogidos de la mano siguieron su recorrido por la ciudad plácidamente.
Cierra los ojos y podrás oler su perfume.
Frágil
como un soplo, la flor
blanca y perfumada del jazmín, recuerdos del patio de los veranos.
Aderezó mi pelo un mes de septiembre. Llevé en mis manos su aroma, entonces.
Siempre.
Tuve uno en una casa que miraba al norte un día el frío invierno lo heló.
Es el aroma de mi infancia y el de todas las edades.
Ahora los corto por ahí de las puertas de otras casas; los robo.
Los traigo hasta esta ventana. En mi ventana los fotografío.
Y en la mesilla de noche donde duermen los recuerdos, donde están vivos los afectos…
acompañan las noches
en blanco.
Los corté la mañana del domingo (robé) y los puse en agua después.
Ahí están perfumando las horas.
Inspiran mis palabras.
Naranjas |
Limones |
Bancal de coliflores |
Patatas y tomates en encañizada |
Bancal de habas |
Bancal de cilantro |
Bancal de cebollas en riego |
Bancal de patatas |
El huertano esperando que llegue el agua a su bancal |
La acequia Caravija nace junto al Molino del Amor (S. XVIII) en La Albatalía. Este molino se encuentra sobre la acequia mayor Aljufía. Estuvo dentro de unas instalaciones de la empresa conservera de la Huerta de Murcia, en auge en otros tiempos. Ahora hay chalet, urbanizaciones y algún que otro huerto de cultivo familiar.
El Molino del Amor tiene tres piedras y es el único que en estos momentos esta en restauración por su valor arquitectónico y patrimonial. Parece que las autoridades locales quieren declararlo BIC.
Arranca la acequia paralela a la acequia Aljufía y ambas recorren el subsuelo de la ciudad en una red complicada y misteriosa de túneles. Se encontrará con las acequias Nelva y Benetúcer en Puente Tocinos.
Existe una réplica de la acequia Caravija o de Las Palomas en el huerto y jardín que fue "Huerto Cadenas" o "Junteron" de trazado hispano-musulmán situado en la parte posterior del Museo de la Ciudad. En el s. XIX pasó a la familia López Ferrer. Adquirido hace unos años por el Consistorio capitalino, representa lo que fue minimamente.
Este huerto-jardín posee arbustos, palmeras, árboles frutales, jazmineros y rosales, en distintos parterres, también hay acanto y mirto. Es un concepto de jardín para recrear los sentidos observando su ornamentación y aromas. Se dice que del Mirto, planta olorosa pudiera haber sido el origen del nombre de la ciudad. De Mirto,(Myrtus) Myrtea, Murcia.
Molino del Amor sobre La Aljufía |
Fachada principal del Museo de la Ciudad |
Fachada posterior del Museo |
Huerto-Jardín |
Hojas y flor de acanto (Acanthus Mollis) |
Mirto o Arrayan (Myrtus) |
El poeta
al-Qartayanni en este poema recrea el ambiente de Murcia como
ciudad-jardín:
"En Murcia se reflejaban los árboles
en las aguas cristalinas del río,
y pasábamos el tiempo entre el almuerzo y la cena
descubriendo los deseos de nuestras almas
mientras las aves nos deleitaban con sus trinos,
o dejando rodar palabras bellas,
como piedras preciosas
en noches de luna llena
o embriagándonos con el aroma de los árboles y las flores
mientras el alba despertaba.
Réplica de la Caravija |
Las Casas Torre son viviendas solariegas típicas de la Huerta murciana. Aparecieron a finales del s. XVIII en la época de prosperidad del cultivo y crianza del gusano de la seda. Aparte de la actividad sericícola, también se dedicaban sus dueños a la agricultura y ganadería. Casas de gente acomodada y cierto abolengo (muchas con escudo de armas)
Eran una mezcla de villa romana con alquería árabe. Otras con tejado "a dos aguas" y alero tipo aragonés. De una o dos plantas y torre, donde se criaba el gusano de seda y se almacenaba la cosecha. Tenían una amplia heredad (riego) y daban nombre a parajes, veredas y carriles. Incluso algunas tenían adosada una ermita. Generalmente se denominaban por el apellido de la familia que las poseía.
A partir del siglo XIX al desaparecer la industria sericícola se convirtieron en casas de veraneo. En estos momentos la mayoría de ellas están en completo abandono. Triste realidad que nos acompaña en tantas ocasiones por falta de interés de la Administración Local.
Este recorrido por las Casas Torre será por distintas pedanías de la huerta cercana al municipio de Murcia: La Albatalía, Espinardo, Santiago y Zaraiche, Churra, Cabezo de Torres, Puente Tocinos y Barrio del Progreso.
Casa Solariega en la margen izquierda de la acequia Aljufía. La Albatalía |
Casa Torre Los Castaños. Carril de los Penchos. La Albatalía |
Casa Torre Masa. La Albatalía |
Casa Torre Falcón. Espinardo |
Casa Torre Alcayna. Churra |
Torre Villescas o Torre Peña. Puente Tocinos |
Casón de la Señorita o Casa Roja. Carril de los Gregorios. Cabezo de Torres. |
Torre Caradoc Barrio del Progreso. |
La Alfatego del árabe al-Fat iq "El Quebrado" (s. XIV) es hija de la Aljufía nace en La Ñora pasa por La Albatalía, Guadalupe, La Arboleja y Espinardo. Aquí es donde arranca hoy, este recorrido junto al Molino Alfatego que toma su nombre de la acequia. Este molino como otros tantos se encuentra en completo abandono y ruina. Todavía suena la fuerza del agua por sus piedras. (Pedanía de El Puntal) Esta acequia menor discurre paralela a otra llamada Churra la Vieja de gran importancia ambas, en la zona NE de la ciudad. En la mayor parte entubada por la desmedida urbanización. Cruza la avenida Reino de Murcia y la Senda de Granada. Continua por Cabezo de Torres, Santiago y Zaraiche y Zarandona. Entonces esta acequia menor se llamará Zaraiche en su heredad. Trancurre por aquí hasta llegar a Monteagudo. Después se adentrará en la Vega del Segura (Orihuela) o Vega Baja.
Antes ha atravesado la autovía Mu-30(Murcia-Alicante) y pasa entubada por la Urbanización "Joven Futura" donde encontramos la Casa Torre Falcón (s.XVII) y su pino piñonero centenario. Volvemos a encontrar el abandono y desidia de la administración local. Es esta zona rica en hallazgos arqueológicos de la época romana se cree que por allí pasaba la Vía Augusta: unía Cartagena con Toledo. Hay restos de sarcófagos paleocristianos.
Me pararé en el topónimo Espinardo por curioso. Parece ser que proviene de la Salsola Vermiculata planta que abundaba por este paraje, de ella se extraía sosa para hacer jabón y los romanos la llamaban: Espinardo del Latín vulgar. Entre los restos se han encontrado hornos alfareros para hacer jabón.
En este recorrido podemos encontrar pequeñas huertas de cultivo para uso familiar o grandes extensiones de naranjos y limoneros que pronto darán cobijo a grandes bloques de pisos. El avance urbanístico es desmedido. También muchos "cañares" y "escorreores" (habla murciana) que ya sirven para poco riego. Algunas bardizas y alambradas metálicas, así como escenas de uso tradicional como las cortezas de las naranjas al sol. Muy típico de la huerta (para echar al fuego, para aromatizar o para la fábrica de la polvora) Ya en desuso. Algunas ejemplos quedan.
Paraje de la huerta sin cultivar (La Albatalía) |
Acequia Alfatego (Espinardo) |
Molino Alfatego El Puntal (Pedanía) |
La huerta cercana y edificios nuevos ¿convivencia? |
Bardiza de cañas y alambrada |
una costumbre muy huertana |
Por la huerta de la margen derecha del río Segura circula una acequia mayor llamada Alquibla del árabe Al-quibla, "la del Sur" de ella nacen otras acequias menores. En el trayecto, existe un intrincado paisaje de acequias y azarbes, como la acequia, Alarilla, la de Alguazas la de Beniaján, la Alquibla Norte. El azarbe de Sierpes el de Tierra Roya y la del Malecón. Al igual que por aquí pasa el Reguerón o Guadalentín con hilo de agua y muchas cañas.
En esta zona, la huerta convive, con barrios como el Progreso, Santiago el Mayor antes de llegar a Beniaján(Los Dolores, La Azacaya) y Torreagüera. En la mayoría de las ocasiones estos cauces están entubados, cosas del desarrollo urbanístico. Los bancales, los brazales y carriles son como un apéndice de pisos y calles de reciente creación. La falta de agua es patente y hay muchos huertos en completo abandono.
Los cultivos tradicionales cada vez son menos solo aquellos "huertanos nostálgicos" siguen plantando, habas, patatas, acelgas, coles, etc.
En el barrio del Progreso en el carril de la Torre Caradoc queda la muestra de una casa con torre del que toma su nombre. Está en completo abandono. Parece ser que la casa es de estilo inglés. Un lord llegó a este vergel para curarse una tuberculosis.(finales de 1800)
Acequia Alfande por La Azacaya. Beniajan |
Brazal y bancal de alfalfa (¿convivencia?) |
Casa Torre Caradoc |
Bardiza y brazal |
Bancal de patatas |
Acequia entubada. Partidor de riego |