No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

domingo, 3 de octubre de 2010

FRUTO DE OTOÑO

Hay un "granao" urbano con tantos años
que, aún perdiendo las ramas,
vuelve a dar frutos, algunos menos,
parece como si se hubiese quedado calvo.

Cada primavera florece en rica gestación,
tan fértil la tierra o su despiste de "mayor"
se olvida de la lluvia y florece en otra estación

El granao de tronco "viejo"
apoya sus ramas frágiles sobre la pared del vecino,
el sol proyecta su sombra como un espejo donde se refleja su destino

El granao y la pared, conocen cuentos y decires difícil de olvidar
antaño un día lo plantaron,
ya no están para disfrutar de su fruto redondo de dulce paladar.

Las granadas son un placer para el gusto, tacto, vista, olfato, incluso para el oído,
al abrirlas es, como un grito del fruto agradecido al saber que va a ser comido.

Cada año y mientras viva
le haré foticos, en memoria de quién lo plantó;
a mi padre

16 comentarios:

  1. me parece una dedicatoria entrañable. por cierto te ha salido un poema muy bonito
    un beso(desde mi carcel)

    ResponderEliminar
  2. Que maravilla tus palabras cabopá.
    Un beso muy fuerte

    ResponderEliminar
  3. "Se olvida de la lluvia y florece en otra estación..."
    "...al abrirlas es, como un grito del fruto agradecido al saber que va a ser comido."
    La granada grita de roja pasión cuando se abre su fruto.

    Bonita dedicatoria. Me has emocionado.

    Besicos rojos intensos

    ResponderEliminar
  4. Maricarmen,

    Eres una mujer arborea, tratas a los arboles casi como a seres semejantes, hasta nos cuentas lo que te dicen.
    Cuanto hay en ese Granado... en la memoria, ¡que importante!

    Besos

    ResponderEliminar
  5. Me has recordado sin querer el conocido poema de Machado "A un olmo viejo", sí a ese que a pesar de estar medio muerto y hendido por el rayo le salieron unos brotes verdes milagrosamente, ofreciéndonos un poco de vida y esperanza a pesar de los años.
    Muy bonito el relato del granado.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. ¡¡¡Precioso!!!No he tenido la suerte de ver nunca un granado viejo, solo en forma de bonsai con sus frutos pequeñitos.
    saludos.

    ResponderEliminar
  7. ¡Qué afortunada eres por disfrutar de la compañía de un granado! y de saborear sus frutos.

    El otoño es mi estación favorita con sus chirimoyas, sus manzanas, sus uvas, los membrillos... y las grandas, cada año me pongo morada de granadas. Enseñé a mi hijo a comerlas de muy chiquito, y jugábamos mientras comíamos, desgranándolas con paciente calma.

    Además, son un regalo a la vista, al tacto, al gusto y a nuestra salud, por su excelente equilibrio nutritivo.

    Y algunas madres les dan bollicaos a los críos para merendar, en lugar de sentarse con ellos a comer granadas...

    Besitos!

    ResponderEliminar
  8. Hoy has estado "graná" hoy con ese homenaje a tu padre en la figura del granado. Es cierto que es un fruto que está en retrocesoa para su consumo en fresco y hay quien solo lo conoce en versión liliputiense ¡¡en bonsai!! ¡Dios mío!
    En este tiempo lo comíamos en casa al natural, con azúcar o con vino.
    To prometo que en honor a tu padre (también al mio) me he de comer una esta semana y os invito a todos a que lo hagáis
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Mira que son bonitas las granadas. Un beso.

    ResponderEliminar
  10. de crio comí muchas granadas, ahora no las veo por mi zona.
    Un placer leerte y saludarte

    ResponderEliminar
  11. Tengo un granado que me ha dado este año 16 granadas. Ahí están, en su árbol.
    Les he prometido a mi tribu que nos las tomaremos con migas. Migas -de pan- que haré yo, generosas de tropezones.

    Con la primera que me tome brindaré por ti y por los tuyos.

    Un besico.

    ResponderEliminar
  12. Me encantan las granadas, están riquísimas solas, en ensalada, en zumo... ummm. Preciosa entrada Cabopá!!! Abrazos ;-)

    ResponderEliminar
  13. Hermoso y colorido fruto, y rico, muy rico.
    Las fotos estupendas, como las letras, y la dedicatoria me ha enternecido.
    Besicos.

    ResponderEliminar
  14. Hoy he comido granada. Sus granos me traen también recuerdos de mi padre, por una historia larga de contar.

    ResponderEliminar
  15. Son esos pequeños gestos los que nos consuelan de las ausencias.

    Esperemos que el granao resista igual que tu cariño y recuerdo por tu padre.

    Perlas granas que le ponen picardía a las ensaladas.

    ¡Qué ricas, pero cuesta mucho pelarlas, ¿sabes algún truquito para peladoras perezosas?

    Un beso, Maricarmen, y yo también estuve de mínimos, claro que mi sueldo también lo estará este mes un poco más.

    ResponderEliminar