que, aún perdiendo las ramas,
vuelve a dar frutos, algunos menos,
parece como si se hubiese quedado calvo.
Cada primavera florece en rica gestación,tan fértil la tierra o su despiste de "mayor"
se olvida de la lluvia y florece en otra estación
El granao de tronco "viejo"
apoya sus ramas frágiles sobre la pared del vecino,
el sol proyecta su sombra como un espejo donde se refleja su destino
El granao y la pared, conocen cuentos y decires difícil de olvidar
antaño un día lo plantaron,
ya no están para disfrutar de su fruto redondo de dulce paladar.
Las granadas son un placer para el gusto, tacto, vista, olfato, incluso para el oído,
al abrirlas es, como un grito del fruto agradecido al saber que va a ser comido.
Cada año y mientras viva
le haré foticos, en memoria de quién lo plantó;
a mi padre
a mi padre
me parece una dedicatoria entrañable. por cierto te ha salido un poema muy bonito
ResponderEliminarun beso(desde mi carcel)
Que maravilla tus palabras cabopá.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte
"Se olvida de la lluvia y florece en otra estación..."
ResponderEliminar"...al abrirlas es, como un grito del fruto agradecido al saber que va a ser comido."
La granada grita de roja pasión cuando se abre su fruto.
Bonita dedicatoria. Me has emocionado.
Besicos rojos intensos
Maricarmen,
ResponderEliminarEres una mujer arborea, tratas a los arboles casi como a seres semejantes, hasta nos cuentas lo que te dicen.
Cuanto hay en ese Granado... en la memoria, ¡que importante!
Besos
¡Y qué ricas estan con vino!
ResponderEliminarMe has recordado sin querer el conocido poema de Machado "A un olmo viejo", sí a ese que a pesar de estar medio muerto y hendido por el rayo le salieron unos brotes verdes milagrosamente, ofreciéndonos un poco de vida y esperanza a pesar de los años.
ResponderEliminarMuy bonito el relato del granado.
Un saludo.
¡¡¡Precioso!!!No he tenido la suerte de ver nunca un granado viejo, solo en forma de bonsai con sus frutos pequeñitos.
ResponderEliminarsaludos.
¡Qué afortunada eres por disfrutar de la compañía de un granado! y de saborear sus frutos.
ResponderEliminarEl otoño es mi estación favorita con sus chirimoyas, sus manzanas, sus uvas, los membrillos... y las grandas, cada año me pongo morada de granadas. Enseñé a mi hijo a comerlas de muy chiquito, y jugábamos mientras comíamos, desgranándolas con paciente calma.
Además, son un regalo a la vista, al tacto, al gusto y a nuestra salud, por su excelente equilibrio nutritivo.
Y algunas madres les dan bollicaos a los críos para merendar, en lugar de sentarse con ellos a comer granadas...
Besitos!
Hoy has estado "graná" hoy con ese homenaje a tu padre en la figura del granado. Es cierto que es un fruto que está en retrocesoa para su consumo en fresco y hay quien solo lo conoce en versión liliputiense ¡¡en bonsai!! ¡Dios mío!
ResponderEliminarEn este tiempo lo comíamos en casa al natural, con azúcar o con vino.
To prometo que en honor a tu padre (también al mio) me he de comer una esta semana y os invito a todos a que lo hagáis
Un abrazo
Mira que son bonitas las granadas. Un beso.
ResponderEliminarde crio comí muchas granadas, ahora no las veo por mi zona.
ResponderEliminarUn placer leerte y saludarte
Tengo un granado que me ha dado este año 16 granadas. Ahí están, en su árbol.
ResponderEliminarLes he prometido a mi tribu que nos las tomaremos con migas. Migas -de pan- que haré yo, generosas de tropezones.
Con la primera que me tome brindaré por ti y por los tuyos.
Un besico.
Me encantan las granadas, están riquísimas solas, en ensalada, en zumo... ummm. Preciosa entrada Cabopá!!! Abrazos ;-)
ResponderEliminarHermoso y colorido fruto, y rico, muy rico.
ResponderEliminarLas fotos estupendas, como las letras, y la dedicatoria me ha enternecido.
Besicos.
Hoy he comido granada. Sus granos me traen también recuerdos de mi padre, por una historia larga de contar.
ResponderEliminarSon esos pequeños gestos los que nos consuelan de las ausencias.
ResponderEliminarEsperemos que el granao resista igual que tu cariño y recuerdo por tu padre.
Perlas granas que le ponen picardía a las ensaladas.
¡Qué ricas, pero cuesta mucho pelarlas, ¿sabes algún truquito para peladoras perezosas?
Un beso, Maricarmen, y yo también estuve de mínimos, claro que mi sueldo también lo estará este mes un poco más.