Paladeando el silencio y la soledad
saborea el color del café.
No tener prisa por nada
la tranquilidad recuperada,
demora para lo no hecho, nada.
No hacer nada.
En un lado, en la terraza allí, allí,
está siempre sentada
la mujer de amarillo,
sin hacer nada.
Haciendo, deshaciendo, componiendo
sus afectos y soledades.
Sin hacer nada.
El temor a la soledad, ahora,
le acompaña en la memoria:
afecto, desafecto
soledad, compañía
memoria, olvido.
Antónimos, sinónimos, nombres… todos.
Ahí está sin hacer nada.
Os tengo que contar que hago las entradas sin pensar lo que voy a publicar,hoy, os dejo un poemilla de una nueva serie que he llamado: CINTAS,que procuraré sean siempre de COLORES...Por eso el atardecer en el Mar Menor. ¡¡¡Qué color!!
ResponderEliminarMientras leo tu poema, me haces compañía sin antónimo.
ResponderEliminarBesicos, mi niña cuídate
Es que me encanta leerte. Eso de no hacer nada me gusta.
ResponderEliminarSin prisas, la gente con prisa es gente menor.Ya sabes lo que decía el portugués desasosegado.
Besicos.
Me gusta tu no hacer nada, el modo en que se enreda en las palabras.
ResponderEliminarBesicos.
Contemplando esa bella fotografía dan ganas de olvidarse de todo, dejarse llevar solo por los sueños.
ResponderEliminarBonitos versos.
Besitos
¿Cómo que la mujer está sin hacer nada? ¿Te parece poco trabajo hilvanar sus recuerdos?
ResponderEliminarUn saludo.
Sin hacer nada? aunque solo sea pensar....
ResponderEliminarBesos y gracias por tu compañía y afecto.
Ayyyy casi pongo lo mismo que Cayetano. Palabra que no he copiado el examen.
ResponderEliminarBesos para el fin de semana
la verdad es que tienes un don para colocar nombres a las series de textos, me gustó mucho cuando te escuché por la radio los nombres de las series de relatos poemas textos
ResponderEliminarsuerte para preparar el jueves
estaré allí!
Pues me encanta la nueva sección Cabopá, y para hacerlo sin pensar te ha quedado redondo, jeje. Qué vengan más cintas. Fuerte abrazo!!! ;-)
ResponderEliminarsin hacer nada.....
ResponderEliminarufff, ya no me acuerdo que es eso
bonito poema, bonitos colores
El color de la tarde, el color de la soledad...
ResponderEliminarBesos
El atardecer de tu Mar menor tiene color de albaricoque maduro.
ResponderEliminarLa señora de amarillo quiza esté sola, pero no se sienta sola.
No hace nada o tal vez este tejiendo versos o sueños.
Se viste de amarillo para hacer juego con los atardeceres.
Imponente la imagen, preciosa divagación.
Un beso, Maricarmen