No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

domingo, 8 de febrero de 2009

HAN PASADO 40 AÑOS




Durante muchos años estuvieron colgados en la habitación. Eran otros tiempos, cuando la única forma de escucharlos era por la radio. Sólo algunos privilegiados tenían tocadiscos (pick up). Y si en algunos guateques sonaban, metías el ojo en la mirilla y ponías la oreja en la puerta; siempre y cuando te llegaba el turno de todos aquellos adolescentes que por la edad no tenían acceso al baile.
Nunca tuvo un tocadiscos, ni un disco, se pudo comprar. Si tuvo una máquina de escribir que su padre le compró a plazos y cada tarde de verano después de la siesta prácticaba con un Método de Mecanografía, homologado por una academia de gran solvencia, en la preparación de las chicas de la época para su futura o posible profesión de secretaria.
Tampoco fue un poster en papel couché. Un día en un periódico de tirada nacional, había recortado la foto y la metió dentro del marco de una foto de su primera comunión. Pasaron los años y el grupo desaparció. La edición de la música en recopilatorio por décadas fueron los primeros discos que consiguió escuchar como si de un gran recital se tratase.
Estos días se han celebrado cuarenta años de aquel concierto en la terraza. ¡ Cómo se pasa el tiempo!. Parece que fue ayer.

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