Elías, el narrador de ensayos profundos teñidos de ironía clásica. Enciende un cigarrillo y observa al equipo a través de esas lentes que acogen a timoratos personajes, llenos de sabiduría e impregnados de condicionamientos religiosos de los que se pasean por ciudades con calles que miran al mar; en una poética de falsa humildad romántica y poco convencional. Sus cuentos son transgresores, quizá como el mismo.
Para ti vendedor de historias de otros. Algún día serán las tuyas las que todos compren y no a precio de saldo.
No sé quién será Elías, ni si venderá algún día sus historias, cosa que me parece difícil tal y como está el patio, pero esa foto es preciosa. Ya casi que está aquí la primavera.
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