Muchos papeles con palabras,
necesidad de escribir:
historias comunes de gentes distintas;
que salen, que entran
paseando por ella.
Palabras con vida propia,
de ideas ajenas por vivir
llenas de deseos incumplidos.
necesidad de escribir:
historias comunes de gentes distintas;
que salen, que entran
paseando por ella.
Palabras con vida propia,
de ideas ajenas por vivir
llenas de deseos incumplidos.
Misteriosas voluntades que pasan
por las ventanillas de un tren
de alta velocidad.
Al llegar a la estación sólo
queda el blanco vapor
de aquellas máquinas de antaño.
.....y el gentío la deja en soledad.
Un amigo de este blog, me ha regalado esta foto,es de una escultura de Úrculo en la Estación de Atocha, justo al lado del Jardín Tropical.
ResponderEliminarGracias Jota Ele.
Me gustan los viejos trenes, y el ambiente de las estaciones. Soy feliz cuando estoy a punto de iniciar un nuevo viaje.
ResponderEliminarUno de mis sueños es viajar en el Transiberiano!
Buenas noches de nuevo
Las estaciones de ferrocarril son tan sugestivas, ¿verdad?
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha recordado los viajes en tren de mi infancia.
ResponderEliminarYo tras el cristal imaginando cómo serían aquellas personas que iba dejando atrás...qué recuerdos.
Un beso.
Qué mundo el de las estaciones con esa metáfora del viaje: una huida ¿a dónde? Y esas gente anónimas, con sus vidas, sus miserias y sus secretos.
ResponderEliminarLa escultura de la estación de Atocha, una especie de monumento al viajero, es muy conocida y admirada por aquí, por los madriles.
Un saludo.
Palabras que describen perfectamente tu amor por las estaciones y los trenes.
ResponderEliminarGracias a ti, Cabopá. Ha sido un placer para mi.
Besos.
Son tantas y tantas vidas las que pasan por ellas.
ResponderEliminarTantas y tantas lágrimas de alegria y tristeza las que se desbordan que las hacen mágicas.
Bonitas palabras.
Besitos
pero que bonito cerrar los ojos para escuchar como late ese corazón de metal...
ResponderEliminarQue bonito y que bien lo describes...felicidades a los dos.
ResponderEliminarBesos
Por la forma de vida que tengo, viajo con mucha frecuencia....
ResponderEliminarAviones, trenes, coche.....
Conozco esa escultura y es muy bonita.
Vi una parecida, en el Corte Inglés, solo con una maleta, un paraguas y un sombrero.
El dia que jubilen a mi marido y volvamos a nuestra tierra, a casa, se la regalaré.
Espero que sea pronto.
Un besito
Los trenes, qué pena, ya no son lo que eran. Tú los evocas muy bien, con ese vapor antiguo. ¿Conservan algo los talgos y los aves de aquel encanto viajero de los trenes? Al menos el hecho de la partida siempre es el mismo.
ResponderEliminarHermosa descripción del ir y venir, de juntar todos los mundos en un punto confluyente..., y después los separas con infinita belleza.
ResponderEliminarUn abrazo
Nuestras vidas son los trenes
ResponderEliminarque van a dar a la Estación
que es el vivir.
Por allí transitan todos,
derechos a disfrutar
quieren ir.
¡Toma ripio comentaresco!
Estupenda entrada, cabopá, amiguica.