Creo que va a ser todo un éxito. Se han adherido hasta importantísimas compañías, que apagarán sus gigantescos anuncios. Lo que no sé es si con estos gestos conseguiremos algo, porque el compromiso con nuestra Tierra no puede ser tan solo de una hora, sino algo más sostenido y estable. Besicos, solidaria Cabopá.
Hola, Cabopá. Bueno, ya he empezado mis vacaciones, que ya me estaban haciendo falta. No es que me pueda confiar mucho, que tengo trabajo reservado a estos días, pero al menos, descansaré un poco. Paso por aquí a saludarte. Por cierto, no conocía esta iniciativa global, y creo que me uniré a ella. Cuesta poco y a lo mejor sirve de algo. Darle un respiro a la Tierra no es cosa mala, aunque sea de manera testimonial. Besicos.
Yo ya lo hice en otra ocasión, lo de apagar las luces, es maravilloso. Hoy toca también. Preparamos en casa una cena temprana a la luz de las velas, sin televisor ni nada parecido. Es una experiencia que habría que repetir, no sólo para fijar nuestra posición frente al cambio climático, sino como grata experiencia personal. Un saludo.
Me uniré, seguro. Me parece una barbaridad la costumbre extendida de derrochar luz iluminando cada edificio más o menos singular, por mucho que sea precioso verlos resplandecer en medio de la noche, hay que comprender que contaminan muchísimo.
Creo que va a ser todo un éxito. Se han adherido hasta importantísimas compañías, que apagarán sus gigantescos anuncios.
ResponderEliminarLo que no sé es si con estos gestos conseguiremos algo, porque el compromiso con nuestra Tierra no puede ser tan solo de una hora, sino algo más sostenido y estable.
Besicos, solidaria Cabopá.
Hola, Cabopá. Bueno, ya he empezado mis vacaciones, que ya me estaban haciendo falta. No es que me pueda confiar mucho, que tengo trabajo reservado a estos días, pero al menos, descansaré un poco. Paso por aquí a saludarte.
ResponderEliminarPor cierto, no conocía esta iniciativa global, y creo que me uniré a ella. Cuesta poco y a lo mejor sirve de algo. Darle un respiro a la Tierra no es cosa mala, aunque sea de manera testimonial.
Besicos.
Yo ya lo hice en otra ocasión, lo de apagar las luces, es maravilloso. Hoy toca también. Preparamos en casa una cena temprana a la luz de las velas, sin televisor ni nada parecido. Es una experiencia que habría que repetir, no sólo para fijar nuestra posición frente al cambio climático, sino como grata experiencia personal.
ResponderEliminarUn saludo.
Me uniré, seguro. Me parece una barbaridad la costumbre extendida de derrochar luz iluminando cada edificio más o menos singular, por mucho que sea precioso verlos resplandecer en medio de la noche, hay que comprender que contaminan muchísimo.
ResponderEliminarHe visto en el telediario el apagón, ha sido todo un éxito.
ResponderEliminar