En el muro de la bocana del puerto en Cabo Palos es frecuente ver estas escenas.
Ellos atentos a la caña y el anzuelo mientras el mar calmo les refresca, saluda y les proporciona el disfrute del arte de pescar.
Se pasan las horas y siguen allí; es una tarde preciosa de junio, no tienen prisas disfrutan del júbilo.
Tengo cierta murria y mucho calor...Aquí dejo el mar para saborearlo..y esta pareja anónima que siempre están,állí junto al mar...
ResponderEliminarq bonito y q ganas tengo de ir...
ResponderEliminarun beso pa mi mami de su manini
Sólo quiero irme al mar..., con este calor.
ResponderEliminarGracias por las fotos.
Preciosas las fotos. Gracias por hacernos partícipes de las mismas.
ResponderEliminarBesos.
Mira que hay que tener paciencia para ser pescador de caña. Mi padre era capaz de pasarse horas enteras quieto, mirando el corcho flotar. Yo creo que los pescadores de caña practican la meditación transcendental mirando al mar.
ResponderEliminarQué fotos más pictóricas, estoy por pintar un cuadro con ese tema, ahora que tengo ya los materiales preparados.
¡Ah, ah, ah!!! Tengo que decir lo que sea, pero tengo que hacer un comentario ¡La clave de verificación que hay que teclear es FISTRO, como te lo digo! ¡Ahí es ná! Fistro pecaor o pescaor ¿no?
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