La flor que simboliza a Málaga es la biznaga, siendo el biznaguero otro personaje popular que se dedicaba a vender biznagas en la calle. Y aún lo siguen haciendo como reclamo típico. Son un poco caras pero el pomo de jazmines blancos y olorosos, ensartados en esta especie de cardo pinchoso, es un placer para los sentidos que merece la pena pagar. Me conmueve la habilidad y facilidad que tienes con las manos, con ellas eres capaz de transmitir la gran destreza plástica que posees, que hay en ti.
Tus manos son siempre diestras en la materia y en el material que uses, reproduzcas o desarrolles. Eres capaz de hacer con ellas, todo lo que te propongas. Siempre son un regalo.
Con tranquilidad, con sosiego y mucha paciencia, rellenaste la biznaga y lució durante todo el fin de semana en la casa, sobre la mesilla vieja con piedra de mármol blanco y madera carcomida. En esa mesilla de noche donde duermen los recuerdos y están vivos los afectos..
Tus manos son siempre diestras en la materia y en el material que uses, reproduzcas o desarrolles. Eres capaz de hacer con ellas, todo lo que te propongas. Siempre son un regalo.
Con tranquilidad, con sosiego y mucha paciencia, rellenaste la biznaga y lució durante todo el fin de semana en la casa, sobre la mesilla vieja con piedra de mármol blanco y madera carcomida. En esa mesilla de noche donde duermen los recuerdos y están vivos los afectos..
Y esa tu frase final de esta entrada: "...donde duermen los recuerdos y están vivos los afectos" me atrevo con tu permiso en convertirla en pregunta. Y me contesto: los recuerdos son aquellos viejos afectos guardados en el cajón de aquel mueble querido de la casa de unos padres. Su madera, sus espejos las paredes, la mesilla, la escalera,... siempre fieles, celadores y dispuestos a mostrarnos de su memoria el jazmín de la biznaga.
ResponderEliminarque bonita queda
ResponderEliminar¡Qué bonito! No sabía que se llamaba Biznaga a eso. En el Puerto de Mazarrón había mujeres que vendían esos pomos hace años. A mí me encantaban. Por eso, al leer tu entrada, me he sentido como en mi casa- llamando casa a esos recuerdos entrañables que tú me has traído- y el ver el ramito adornando la mesilla, aún me ha gustado más, porque ¿sabes? yo sigo haciéndolo. Siempre hay jazmines en mi mesilla de la playa.
ResponderEliminarMuchas gracias por el regalo, no podrías haberlo elegido mejor. Aún conservo en mi mesita la biznaga, ya con el jazmín seco, que este verano me ha acompañado.
ResponderEliminarBesicos de olor blanco
PD: hermoso remate le has dado al texto.