No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

martes, 14 de julio de 2009

UN VASO DE AGUA


La vida que late dentro de mi armadura es muy distinta a la que vivo. Hay muchas sombras que no salen a la luz. ¡Qué pena que los pensamientos no tengan sonidos propios! Así pensaba Manuel, mientras bebía un vaso de agua fresca. La escena vivida días antes le había producido desasosiego, malestar y un fuerte sentimiento de culpa; sin poder contarlo a nadie, pues nadie sabía nada de él. Una vida con olor a naftalina y traje gris.
Sus sentimientos cambiaron el día que conoció a Lola en el multiprecio del barrio. Un sinfín de sensaciones distintas, tantas como el ruido y energía que producen unas cataratas en su salto de agua. Ruido, mucho ruido, todo se quedó eso.
Sólo un botón de la camisa, unas miradas furtivas en la habitación del balcón con geranios, unas palabras oscuras y entrecortadas como su vida anónima.

3 comentarios:

  1. Este micro-re pertenece a una serie llamada: "Parentesis" si se pincha en la etiqueta se puede ver otro de la misma serie...Son algo surrealistas pero salieron así y asi se quedan....

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  2. son relatos impresionistas en los que con pincelada gruesa vas trazando una escena.
    Ya verás como te gusta lo de lola, yo me apunté al medio pero me quedé con las ganas de empezar desde el principio porque siempre se aprende, no se termina de aprender, eso es lo bonito... que siempre hay cosas nuevas.

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  3. Si que es surrealista, hija mía, ¡qué intriga! me quedo con las ganas de saber lo que ocurrió entre el hobre gris y Lola...Ya me lo contarás ¿no? porque seguro que tú lo sabes, para eso son personajes creados por ti.

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