A veces, se tienen cosas que decir pero no se tienen ganas.
A veces, quieres reír y sólo lloras.
Otras llueve a cantaros y tú ves el sol que brilla.
Hay caminos que a diario transitas y no llevan a ninguna parte.
A veces ríes y estas llorando.
A veces hablas cuando lo que quieres es callar.
La mirada cruza fuego con los pensamientos
y los sentimientos se inundan con agua de rosas,
que, bajo candado de metal precioso habitan
en los corazones, de aquellos que un día
lloraron con el sol
rieron con la lluvia.
Caminando por senderos diferentes
Cuando las palabras hieren
A veces, quieres reír y sólo lloras.
Otras llueve a cantaros y tú ves el sol que brilla.
Hay caminos que a diario transitas y no llevan a ninguna parte.
A veces ríes y estas llorando.
A veces hablas cuando lo que quieres es callar.
La mirada cruza fuego con los pensamientos
y los sentimientos se inundan con agua de rosas,
que, bajo candado de metal precioso habitan
en los corazones, de aquellos que un día
lloraron con el sol
rieron con la lluvia.
Caminando por senderos diferentes
Cuando las palabras hieren
Siempre hay sonidos que curan.
Ayer el sol se fue así
Pues hoy yo si tengo ganas de deci; sin llorar y sin reir, pero con un toque de felicidad sutil escondida, hoy el camino que transito me lleva a ti -he sentido la llamada ¿-eso nos decían en el colegio de monjas cuando era pequeña, que se sentía la llamada- y todo cuanto digo, te lo quiero decir.
ResponderEliminarGracias por tu apoyo. Y...
Me he encontrado con una belleza de versos, de esos que no andan con abigüedades y llegan profundo, como llega el sol a la piel cuando tenemos frío.
Precioso tu poema.
Un abrazo inmenso
muy buena esta foto y todo tu blog que hoy descubro
ResponderEliminarY en ese paradigma que es nuestra existencia, entre lo distinto y contradictorio, aunar, sentir y ver la divergencia, tal vez se encuentre a tiempo parcial nuestra felicidad concreta.
ResponderEliminarA veces, estamos tristes, porque esperamos más de lo que algunas personas están dispuestas a dar.
ResponderEliminarA veces, sonreimos para no preocupar a la gente que amamos, aunque lo que nos apetezca es llorar, porque nos sentimos vulnerables, porque recordamos alguna ausencia o un dolor antiguo.
La vida es así y mientras sentimos, estamos vivos, y mientras nos interesan los sentimientos de los demás es que no hemos perdido la capacidad de amar.
A veces, me enrollo, como hoy.
Hala, que ya acabo, un post que me ha puesto sentimental. Cada día te salen mejor las fotos.
Besitos,
Nada que añadir a lo que has dicho!!!!
ResponderEliminarEs precioso y lo suscribo totalmente. Nada que añadir, es lo suficiente realista, poético, y real.
Todos hemos tenido esos sentimientos encontrados, muchss veces en la vida.
Un besito, princesica!!!!!!
Belleza de fotografía.
ResponderEliminarCierta tu entrada.
Un beso.
Hay veces que nuestra mente no está en sintonia con nuestra voluntad y hacemos cosas que no entendemos.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Me gusta tu blog.
Besos
sí que me parece así!!! Me gusta la contradicción
ResponderEliminarPrecioso atardecer, nos quedamos extasiados, cuando surge este momento tan fugaz,solo la máquina de fotos lo puede retener, para luego poderlo contemplar para siempre. Gracias por compartirla.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte Rosario
Hola, querida Carmen. ¡Por fin he entrado a ver tu blog! Preciosos poemas y bellas fotografías.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte, ¿nos vemos pronto?
Sí, estoy en tu blog, lo habrás conseguido tú sola, es cuestión de darla a las teclitas e investigar.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte Rosario
¡Oooooooooohhh! No digo más.
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