Esta mañana corría brisa fresca de Levante
10 de septiembre
Ayer el sol se ocultó rojo, incandescente
como lava que vierte un volcán.
Nubes veteadas de color anaranjado,
corrían deprisa hacia él
hasta fundirse en el mismo tono.
Durante la madrugada, el vendaval
transportó la tierra a la tierra
cambiando el color y el olor del mar.
Por la mañana, la línea del horizonte
era exacta; la costa, los montes, las islas,
las casas y los dos mares. Se podían
calcar en sus límites perfectos.
No había necesidad de mapas, ni cartas
marinas para navegarlo.
Hoy el sol se ha ido por la puerta del Norte
radiante, rotundo.
Dejando paso a la Luna gorda, blanca
llena, es, Septiembre.
Adiós astro rey: vete tranquilo que yo
iluminaré la noche. Me toca.
Entonces el mar que parecía blanco
plateaba las olas.
Mañana el horizonte relucirá de nuevo
como un pueblo iluminado,
de una costa que la Luna,
hubiera inventado
....y mañana, 11 de septiembre.
10 de septiembre
Ayer el sol se ocultó rojo, incandescente
como lava que vierte un volcán.
Nubes veteadas de color anaranjado,
corrían deprisa hacia él
hasta fundirse en el mismo tono.
Durante la madrugada, el vendaval
transportó la tierra a la tierra
cambiando el color y el olor del mar.
Por la mañana, la línea del horizonte
era exacta; la costa, los montes, las islas,
las casas y los dos mares. Se podían
calcar en sus límites perfectos.
No había necesidad de mapas, ni cartas
marinas para navegarlo.
Hoy el sol se ha ido por la puerta del Norte
radiante, rotundo.
Dejando paso a la Luna gorda, blanca
llena, es, Septiembre.
Adiós astro rey: vete tranquilo que yo
iluminaré la noche. Me toca.
Entonces el mar que parecía blanco
plateaba las olas.
Mañana el horizonte relucirá de nuevo
como un pueblo iluminado,
de una costa que la Luna,
hubiera inventado
....y mañana, 11 de septiembre.
Anita y Antonio
Bellísimas letras que deleitan al lector y dibujas en la mente esos paisajes que dan ganas de vivir, mis humildes felicitaciones a usted dama, cordiales saludos un honor conocer su lugar.
ResponderEliminarAunque es septiembre, siempre hay tiempo para entonar aquello que el rebelde Espronceda decía: Para y óyeme ¡oh Sol! yo te saludo
ResponderEliminarY estático ante ti me atrevo a hablarte;
Ardiente como tú mi fantasía,
Arrebatada en ansia de admirarte,
Intrépidas a ti sus alas guía.
Un abrazo
Qué bonita está la playa en septiembre.
ResponderEliminarMe han encantado las dos fotos y el texto poético que las embellece cfon cada frase, como cada rayo de sol embellece el azul del mar y el celeste del cielo.
Seguro que estás disfrutando mucho de tu Cabo palos, y yo me alegro por tí.
Qué preciosa luz, y es que ya lo digo yo, que viva septiembre, la brisa fresquita lava los azules del mar y quedan fotos muy chulas como estas.
ResponderEliminarLuego las pones y los versos salen solos.
Me llevo los azules en mi retina. Besitos,