Cada día con las manos tocamos muchas cosas. No hace falta explicación de qué y por qué, sólo hay que pensarlo (piensa) Cada día con la vista miramos otras tantas, vemos hasta las que no queremos ver (recuerda)
Cada día percibimos sonidos a los que prestamos atención y oímos ruidos que ni siquiera imaginamos (escucha) Cada día comemos y degustamos alimentos como una necesidad (paladea)
Pero, un día abres un libro, (tocas) lo lees (miras) lleno de palabras que te hablan (oyes) cuando lo cierras, sientes que te ha alimentado (saboreas)
Vuelves a tu casa… Y en el trayecto notas que no es un día cualquiera.
Cada día percibimos sonidos a los que prestamos atención y oímos ruidos que ni siquiera imaginamos (escucha) Cada día comemos y degustamos alimentos como una necesidad (paladea)
Pero, un día abres un libro, (tocas) lo lees (miras) lleno de palabras que te hablan (oyes) cuando lo cierras, sientes que te ha alimentado (saboreas)
Vuelves a tu casa… Y en el trayecto notas que no es un día cualquiera.
Que bien sabes jugar con las palabras, nadie como tú.
ResponderEliminarUn abrazo.
A la vida podemos paladearla, mirarla, oírla... Pero no podemos dejar que nos muerda.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Hermosa reflexión. Pocas cosas tienen la virtud de poner nuestros sentidos a trabajar conjuntamente, coincido contigo en que un buen libro lo consigue.
ResponderEliminarAbrazos.
Muy bueno. Me gusta que hayas sido directa y hayas puesto tan relieve todas esas cosas pequeñas pero sobre las que se construyen todo, que no hay que olvidar y olvidamos (somos tan tontos)
ResponderEliminarMe gusta la última frase. Y espero que mañana tampoco sea un día cualquiera.
Un beso, Luisa
Lo que no consiga un libro...
ResponderEliminarBesicos.
Coincido contigo Cabopá, un buen libro te hace vivir con intensidad, y despierta todos tus sentidos, qué bonito lo has expresado.
ResponderEliminarUn beso desde mi mar,
Cabopá, con la lectura de un buen libro uno ejercita y saborea cada sentido. Es entonces, cuando se puede tocar el cielo.
ResponderEliminarBessets.
Leyéndote he creído que mis sentidos se multiplicaban, buena reflexión Cabopá, muy buena.
ResponderEliminarUn abrazo
...y si además vuelves en bicicleta desarrollamos el sentido de la propiocepción, junto al sentido de libertad, jeje
ResponderEliminarBesos rodados!!
Muy bueno.
ResponderEliminarY me encanta cuando en tus fotos aparece gente.
Besos.
Es que cada día ha de ser distinto y especial, ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo,
Y mientras, las ruedas de nuestra bici siguen girando, el libro se acaba y lo sustituimos por otros viviendo otras vidas que no son las nuestras y el mundo loco sigue marchando ¿hacia atrás?
ResponderEliminarBesos
Hay veces que entre el acto de abrir un libro y cerrarlo hay una montaña de sensaciones, de formas distintas de mirar, de emociones nuevas.
ResponderEliminarSiento un placer inmenso cuando un libro consigue ese efecto. Si no, siempre me quedará intentarlo con el próximo.
Un beso,
· Pues si que juntas tú bien las letras... Eso significa que has abierto muchos libros y, lo mejor, que has sabido alimentarte de ellos.
· B·H·S
CR & LMA
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·
Qué hermoso homenaje a la lectura, Cabopá.
ResponderEliminarSí que un buen libro convierte en especial cualquier día rutinario. Basta con abrir sus tapas y meterse en faena para que el mundo hostil se aparte y deje de bufarnos.
Besicos.
Pequeños actos que hacen de la vida merecedora de ser vivida y disfrutada. Un beso. Tú si que sabes lo que realmente es importante.
ResponderEliminarAsí es, yo pienso con toda seguridad que hay libros que nos cambian la vida querida amiga.
ResponderEliminarUn abrazo
Ser consciente de cada instante, es el único modo de vivir realmente.
ResponderEliminarUn saludo
He ahí, tocar, una de las razones por las que no creo que el libro digital pueda competir con los sabores del papel.
ResponderEliminarMuy bueno, Capobá.
Un beso
Es un buen ejercicio de los sentidos, y cierto, con un mensaje de lo que se pueden encontrar en los libros.
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